Esta imagen de un hombre sentado en el
parque de
San Francisco de
Oviedo (el pulmón ovetense) me inspiró un pequeño poema.
Cada día sentado
en el banco de un parque
un hombre medita
sin fijarse en lo que tiene
delante de los ojos.
Cada día,
yo y muchos otros
no importa el lugar
donde vivamos
repetimos bajo la misma soledad
el mismo gesto
Carlos " Sentado en un banco "