Soy nieto de Asturianos y al ver estas imagenes de campiñas solariegas se crispa mi piel al infinito por la emoción que captan mis retinas.Bendita sea la tierra donde un día partieron mis abuelos para echar raices tan lejos...en esta América.
Lamento en mis 63 años no tener la esperanza de poder pisar y respirar el aire de esa
España que otrora embriagaron con sueños la partida de mis antepasados.
Quizás ustedes no puedan comprender estos mismos sueños, porque son partícipes naturales de esa patria
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