Tati Valdés.
Hace ya muchos años (unos 18) en el Restaurante Pintos de Madrid que regentaban Santiago Martinez (El Chato) y Manolito Garcia Bouso (q. e. p. d.) conocí a Tati Valdés.
Fué muy breve porqué duró nuestro diálogo una media hora que fué la que transcurrió desde la calle Jorge Juan a la estación de Chamartin en la que le acompañé hasta que entró en el acceso de vias porque iba destino Gijon.
Manolito, que tuvo en Gijon el Meson de Sancho, tuvo la visita ese dia de Tati que al parecer, por entonces, iba bastante a Madrid en mision de ojeador de jugadores regionales. Me lo presentó y me pidió si podia subirle a la
estacion. Asi lo hice. Y en la mitad del camino, a la altura del Estadio Bernabéu precisamente abrió Tati una bolsa que le habia dado Manolito. Eran dos bocadillos extraordinarios para que los tomara en el viaje hacia Gijon.
Y Tati me alababa lo buen amigo que era Manolito. Y es cierto.
Desde entonces yo no ví más a Tati Valdés.
Este verano en Gijon le pregunté a otro gran amigo mio (y sobre todo de Manolito) Cesar Faes. Me dijo que Tati estaba enfermo. Ciertamente me enteré el sábado a la noche por los
medios de comunicacion de su fallecimiento.
Y aunque, como digo, solamente nos conocimos media hora, yo
me di cuenta de lo gran persona que era.
Por ello quiero mandarle desde aqui mi pésame a su familia y mis oraciones (bueno esto ya es mas intimo y privado).
Descanse en paz Tati Valdé que ya estará en el Cielo junto a Manolito hablando! como no! de futbol.
Que asi sea. Manolo T.
Hace ya muchos años (unos 18) en el Restaurante Pintos de Madrid que regentaban Santiago Martinez (El Chato) y Manolito Garcia Bouso (q. e. p. d.) conocí a Tati Valdés.
Fué muy breve porqué duró nuestro diálogo una media hora que fué la que transcurrió desde la calle Jorge Juan a la estación de Chamartin en la que le acompañé hasta que entró en el acceso de vias porque iba destino Gijon.
Manolito, que tuvo en Gijon el Meson de Sancho, tuvo la visita ese dia de Tati que al parecer, por entonces, iba bastante a Madrid en mision de ojeador de jugadores regionales. Me lo presentó y me pidió si podia subirle a la
estacion. Asi lo hice. Y en la mitad del camino, a la altura del Estadio Bernabéu precisamente abrió Tati una bolsa que le habia dado Manolito. Eran dos bocadillos extraordinarios para que los tomara en el viaje hacia Gijon.
Y Tati me alababa lo buen amigo que era Manolito. Y es cierto.
Desde entonces yo no ví más a Tati Valdés.
Este verano en Gijon le pregunté a otro gran amigo mio (y sobre todo de Manolito) Cesar Faes. Me dijo que Tati estaba enfermo. Ciertamente me enteré el sábado a la noche por los
medios de comunicacion de su fallecimiento.
Y aunque, como digo, solamente nos conocimos media hora, yo
me di cuenta de lo gran persona que era.
Por ello quiero mandarle desde aqui mi pésame a su familia y mis oraciones (bueno esto ya es mas intimo y privado).
Descanse en paz Tati Valdé que ya estará en el Cielo junto a Manolito hablando! como no! de futbol.
Que asi sea. Manolo T.