La Constumbre mas antigüa de
San Juan de
Beleño es la de la
Fiesta del Aguinaldo. Modesto Gonzalez Cobas los explica muy bien en el libro «
Asturias y su folclore –calendario básico–»
«Aquí reciben el Año Nuevo con una singular petición de aguinaldo: una cuadrilla de hombres solteros y jóvenes, a
caballo, inician la operación en el inmediato
barrio de San Juan, empleando para el caso un repertorio de cancioncillas alusivas. La nota singular la pone un personaje llamado "El Guirria", que es el único que va disfrazado y cumple su papel a pie, lleva un saquito de ceniza, salta y brinca con la ayuda de un palo largo, que utiliza a modo de pértiga, viste unas ropas estrafalarias de dos o más
colores, arlequinados, y una careta con largas barbas negras, y un gorro cónico. A las mozas del lugar su presencia les causa pavor, las besa si las encuentra por el
camino o en cualquier sitio, tiene la libertad para cometer ciertos excesos y atropellos, en nombre del Año Nuevo. El Guirria de San Juan de Beleño antaño iba vestido de pieles. Es decir, que allí había algo relacionable ante todo con las "cavalcades" labortanas. Es todo un personaje folclórico y mitológico. A los hombres les arroja ceniza como
señal de fertilidad, mientras besa a las mozas para augurar un año de dicha y buena suerte.
En este mismo
pueblo y en la misma fecha, sale una segunda cuadrilla de "aguinalderos" infantiles, que van montados en burros. Estos niños a los 15 años pasan a la categoría de mozos, pagan el "derecho al piso" y ya pueden entrar en el sorteo para los emparejamientos la
noche de San Silvestre. Es la
costumbre que se hace ley en estos
pueblos de alta
montaña» (Modesto González Cobas: «Aquí reciben el Año Nuevo con una singular petición de aguinaldo: una cuadrilla de hombres solteros y jóvenes, a caballo, inician la operación en el inmediato barrio de San Juan, empleando para el caso un repertorio de cancioncillas alusivas. La nota singular la pone un personaje llamado "El Guirria", que es el único que va disfrazado y cumple su papel a pie, lleva un saquito de ceniza, salta y brinca con la ayuda de un palo largo, que utiliza a modo de pértiga, viste unas ropas estrafalarias de dos o más colores, arlequinados, y una careta con largas barbas negras, y un gorro cónico. A las mozas del lugar su presencia les causa pavor, las besa si las encuentra por el camino o en cualquier sitio, tiene la libertad para cometer ciertos excesos y atropellos, en nombre del Año Nuevo. El Guirria de San Juan de Beleño antaño iba vestido de pieles. Es decir, que allí había algo relacionable ante todo con las "cavalcades" labortanas. Es todo un personaje folclórico y mitológico.
En este mismo pueblo y en la misma fecha, sale una segunda cuadrilla de "aguinalderos" infantiles, que van montados en burros. Estos niños a los 15 años pasan a la categoría de mozos, pagan el "derecho al piso" y ya pueden entrar en el sorteo para los emparejamientos la noche de San Silvestre. Es la costumbre que se hace ley en estos pueblos de alta montaña» (Modesto González Cobas: «Asturias y su folclore –calendario básico–», en Guía hostelera de Asturias, 1997).
En su cocina, vigorosa, nutritiva y conservadora, están presentes tanto los platos típicos asturianos como otros muy arraigados entre sus gentes: sopa de hígado, durante la
matanza; boronchos preñaos; estofado de jabalí o venado; fabes con jabalí; los derivados de la carne roxa, entre ellos, la carne al queso..., así como guisos y asados de cordero, de cabrito, de
caza, pollos de aldea, conejos de
corral... El queso artesanal de Los Beyos, una auténtica joya gastronómica, se distingue por su buen aroma, fuerte sabor y
color amarillo, si se hace con leche de
vaca, o blanco marfil, de utilizar la de
cabra; hace buenas migas con la miel o con el dulce de mermelada de membrillo o de manzana. El arroz con leche y los dulces de
nuez y avellana son algunas de las especialidades reposteras a recomendar vivamente.