Finalizada su construcción en el siglo XVII es, desde entonces, el
palacio mas destacado de
Avilés. Algunos expertos señalan su
fachada sur como el mejor ejemplo del barroco asturiano. Consta de dos
fachadas muy diferenciadas: la norte, situada en la
calle de La
Muralla. La sur, en la
plaza de Camposagrado, es de una gran vistosidad y elegancia arquitectónica. La fachada norte del palacio paralela a la antigua muralla, consta de dos plantas, la primera compuesta por una hermosa galería de
arcos que constituían un elemento más de vigilancia hacia lo que viniese de amenazante por la
mar (en aquel tiempo piratas en busca de botín); el conjunto remite a la
arquitectura renacentista.