Sorprende en
Novallas el magnífico sistema árabe (nuestros antepasados en la
agricultura) de riego por acequias. Pero como signo de los tiempos, los
campos yermos, que no barbechos, van avanzando inexorablemente y aquí advertimos ya su presencia con la invasión vegetal del cristalino cauce. Así mismo permanece la vieja
tradición de limpiar cada propietario su trozo de acequia, que antes corría a cargo de la azada y la hoz, dando paso hoy a los artilugios movidos por el contaminante gasoil B. Paco
... (ver texto completo)