SEVILLA: MONUMENTOS CIVILES DE SEVILLA...

MONUMENTOS CIVILES DE SEVILLA
-Los Reales Alcázares de Sevilla.

Es un castillo fortificado que procede de la palabra árabe al qasr que significa “fortaleza” y es el lugar de alojamiento para los miembros de la Casa Real y otras altas personalidades que visiten la ciudad.
Se compone de diversos edificios que proceden de diferentes épocas. El edificio original procede de un antiguo asentamiento romano y posteriormente visigodo siendo el lugar donde fuera enterrado San Isidoro, conocido como la Basílica de San Vicente Mártir.
Los Reales Alcázares de Sevilla comienzan a tomar el aspecto actual desde la toma de la ciudad por los árabes en el 713. Fueron usadas sus dependencias por los gobernadores desde el 720 y en el 884 tras la invasión vikinga durante el Emirato de Abd-el-Rahman II contribuyó a evitar la dominación vikinga en la ciudad.
El primitivo Alcázar sevillano fue construido por los musulmanes abadíes donde se conserva la muralla almohade y el Patio dl Yeso, dependencia colindante con el Patio de Banderas.
Posteriormente fue reformado por D. Pedro El Cruel y reformado posteriormente por Juan II, Isabel y Fernando y Carlos V.
La parte mudéjar es obra de alarifes nazaríes y sevillanos en colaboración con decoradores de Toledo cuya construcción data del 1326 donde destaca el aspecto colorista (azules, oros, rojos y verdes) y la filigrana del estuco y el esmalte que exhibe.
La fachada principal en referencia el Patio de la Montería constituye la más bella muestra del arte mudéjar de España.
A la derecha se conserva el Cuarto del Almirante, que fue destinado por Isabel La Católica como Casa de Contratación tras el Descubrimiento del Nuevo Mundo.
Antes de llegar al Patio de la Montería se encuentra “la Puerta del León” así llamada por el león del arco de la muralla, pintado en cerámica.
En el alcázar se pueden contemplar numerosas obras de arte como azulejos policromados, ricos tapices, hermosos herrajes, yeserías mudéjares y muebles de considerable valor.
En su interior destacan el Patio de las Doncellas y el recoleto Patio de las Muñecas, el suntuoso Salón de los Embajadores, el Salón del Príncipe donde nació el príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos y el Dormitorio de los Reyes Moros. No olvidemos la Sala de Carlos V que contiene grandes tapices de Bruselas, el Salón del Emperador con tapices del siglo XV y tapices flamencos, lugar donde se celebró la boda del Emperador Carlos V y su esposa Isabel de Portugal.
Desde la Sala de Felipe II se llega al Patio de Muñecas conocido así por los pequeños rostros visibles en uno de sus arcos con variada decoración de azulejos y arabescos de estucos.
Y quedan todavía los hermosos jardines del Alcázar con estilo arábigo renacentista donde se encuentra un paisaje embriagador con el sonido de transcurrir del agua de las fuentes y el aroma del perfume de sus flores. En este lugar fueron testigos del amor procesado por el rey D. Pedro a su amante Dª María de Padilla.
Entre sus sitios carismáticos están los Jardines del Príncipe con la fuente de Neptuno y los jardines del Naranjal con la Fuente del León y el Pabellón de Carlos V donde murió el rey Fernando III El Santo.
Desde los jardines se llega al Patio de Banderas donde se colocaban las banderas de algún rey en palacio y que era una especie de Plaza de Armas del Alcázar.
Actualmente en el verano se celebra algún concierto importante nocturno en sus bellos jardines.

-La Torre del Oro.

Es una torre militar albarrana, separada del conjunto de murallas pero unido a ellas por un muro tendido hasta la llamada Torre de Plata, cerrando y protegiendo la zona llamada del Arenal. Su nombre se deriva del primitivo chapado de azulejos con reflejos dorados.
Fue construida por los almohades a principios del siglo XIII con el fin de controlar el tránsito por el río Guadalquivir ya que estaba unida por medio de una gruesa cadena a la otra torre en la orilla opuesta del río.
La parte superior que corona la torre fue añadida en el siglo XVIII. Desde que el rey Fernando III El Santo conquista Sevilla la Torre del Oro deja de ser vigía y se convierte en un vestigio del pasado y ha sido ensalzada por poetas y artistas y así Gerardo Diego le dedica estos versos:

Arenal de Sevilla
Torre del Oro
Azulejo a la orilla
Del río moro

Su construcción es una planta octogonal y consta de dos cuerpos, el primero de piedra y el segundo de ladrillo. Cerca del carismático lugar está la Torre de Plata donde según la tradición fueron entregadas las llaves de la ciudad, tras su conquista por Fernando III El Santo.
Actualmente es la Sede del Museo Naval de Sevilla y contiene grabados, cartas marinas, maquetas, instrumentos antiguos de navegación así como documentos históricos.
En el año 2005 se hizo la última restauración devolviéndole su antiguo esplendor perdido por las inclemencias del tiempo, el vandalismo y los gases corrosivos.
En su historia ha tenido en alguna ocasión amenaza de derribo pues cuando el terremoto de Lisboa del 1755 al que sobrevivió el Marqués del Monte Real propuso su demolición para ensanchar el paseo de coches de caballos pero el pueblo sevillano se opuso y llegó a intervenir el propio rey que impidió esta idea.
Durante la Revolución de 1868 se puso a la venta para aprovechar sus materiales pero el pueblo de Sevilla se opuso y mantuvieron su postura para mantener el monumento.
Existen muchas controversias sobre algunas leyendas falsas como existencia de otra torre “Torre de la Fortaleza” que protegía la entrada al puerto y que parece ser que nunca existió y sí una cadena que unía las dos orillas que mantenía unidos los barcos entre las dos orillas y el Castillo de San Jorge y que el almirante Ramón Bonifaz rompería en el asedio a Sevilla en 1248.
El nombre recuerda de haber sido almacén de los lingotes de oro, llegados de América y que resultó falso por ser Casa de Contratación donde existía una sala llamada Sala del Tesoro.