SEVILLA: I. SEVILLA....

I. SEVILLA.
Es la capital de la provincia homónima de la Comunidad Autónoma de Andalucía situada en el margen izquierdo del río Guadalquivir aunque no obstante, los barrios de Triana y de los Remedios ocupan el margen derecho del río, estando enclavada en la rica vega así como en las áreas de la campiña y de tierra marismeña y dos zonas elevadas que forman la comarca del Aljarafe, vinculado a la ciudad por ser zona de expansión residencial de Sevilla, al Oeste y los Alcores al Este.
Su nombre original que procedía del indígena tartesio Spal que significa “tierra llana” y tras la conquista romana lo latinizaron con el nombre de “Híspalis” y se transformaría con la presencia árabe con el nombre de “Isbiliya” de dónde procede el nombre actual de Sevilla.
Son dignos de mencionar los versos que figuran en la puerta de Jerez que traducidos reflejan la historia de Sevilla.

Hércules me edificó
Julio César me cercó
de muros y torres altas,
el rey Santo me ganó
con García Pérez de Vargas.

1. HISTORIA DE SEVILLA.
La historia de Sevilla se desarrolla en las siguientes etapas:

-Edad Antigua.

Los orígenes del núcleo urbano se encontraban en una isla del río Guadalquivir, en la actual zona de Alfalfa.
El nombre original del asentamiento fue Spal y traducido a la lengua fenicia el significado es “la isla de Baal” uno de los dioses más importantes de su propia civilización.
No obstante existe una controversia entre los diferentes historiadores si Baal fue fundado por los fenicios o los tartesios. Para los defensores del origen fenicio Tartesios no fue un pueblo sino un mero nombre asignado por las fuentes griegas a la región del sudoeste peninsular.
Serían las tropas romanas las que hicieron su presencia en el 206 a. C durante la Segunda Guerra Púnica dirigidas por Escipion y derrotaron a los cartagineses que habitaban y defendían la región.
Escipion vencedor de la guerra fundo Italica, lugar de origen de los emperadores romanos Trajano y Adriano, en un lugar cercano a Santiponce.
Posteriormente sería Julio César quien fundada en el actual lugar ocupado por Sevilla “la Colonia Julia Rómulo Híspalis” latinizando el poblado indígena original de “Ispal” en “Híspalis” añadiéndole “Julia” por su propio nombre y “ Rómulo” por Roma.
A mediados del siglo I a. C. Híspalis tenía una muralla y foro con una actividad comercial portuaria. Según la reorganización comercial Híspalis sería capital de uno de los cuatro conventos jurídicos de la Baetica, provincia senatorial cuya capital era Córdoba.
La organización de la urbe ocupaba el área alrededor de la actual plaza de Alfalfa que formaba el Cardo máximus que trascurría del norte al sur, desde la actual Iglesia de Santa Catalina hasta la calle Abades y el Decumano mayor que transcurría desde el oeste donde está la iglesia de San Esteban en la calle Águilas hasta la plaza de San del Salvador. En esta zona se encontraba el foro de la época imperial romana que comprendía templos, termas, Instituciones públicas y mercados.
El cristianismo se asentó en el siglo III d. C. y fueron martirizados las Santas Justa y Rufina por no querer practicar el culto a la diosa Astarté.

-Edad Media.

Durante la dominación visigoda de Hispania, la corte real se aloja en algunas ocasiones en la ciudad.
Tras la presencia musulmana en Al- Ándalus se constituye la sede de una Cora Isbiliya, después capital del reino taifa hasta llegar a constituirse en la capital del Imperio Almohade.
En el año 844 durante el Emirato de Abd-el-Rahman II fue saqueada por una incursión de vikinga que remontaron por el río Guadalquivir y derrotados, el propio Emir reforzó su sistema defensivo pero posteriormente en el 859 los vikingos consiguieron entrar de nuevo en la ciudad.
En 1248 la ciudad fue conquistada por el rey de Castilla y León Fernando III El Santo quien fue después enterrado en la Catedral de Sevilla.
Sería a partir de entonces que Sevilla sería repoblada por la aristocracia castellana como capital del reino de Sevilla siendo una de las ciudades de voto en cortes y alojaría la corte itinerante en múltiples ocasiones y especialmente durante el reinado de Pedro I El Cruel.
Durante la Baja Edad Media se transformó en un gran puerto mercantil y la presencia de genoveses fue la causa de la importancia del gran comercio internacional europeo. Durante este periodo soporto convulsiones económicas, demográficas y sociales por la incursión de la Peste Negra en 1348 que asoló la ciudad y la revuelta antijudía del 1391.

-Edad Moderna.

Tras el descubrimiento de América en 1492, Sevilla se convirtió en el centro económico del Imperio español.
Serían los Reyes Católicos quienes fundaron la Casa de la Contratación desde donde se dirigían y contrataban los viajes al Nuevo Mundo y junto a la Universidad de Mercaderes regulaba las relaciones con América.
Durante el siglo XVI la ciudad experimentó un gran desarrollo y transformación que fue la razón de la construcción de algunos edificios más importantes del centro histórico
La ciudad llegó a ser un centro multicultural donde florecieron las artes y que desempeñaría un papel muy importante en el Siglo de Oro español. En el plano económico se desarrolló la actividad productiva con las fábricas de jabón, la artesanía de la lana y de la seda así como la cerámica sevillana.
A pesar del momento histórico del Barroco y el Siglo de Oro de las Artes y de las Letras en el siglo XVII se pronuncie una decadencia económica y demográfica la vez que la navegación por el río Guadalquivir se dificultaba cada vez más hasta que el monopolio comercial y sus Instituciones se trasladan a Cádiz.
Durante este período, Sevilla sufrió la epidemia de peste que afectó a unas 60.000 personas cuyo porcentaje constituía la mitad de la población. A finales del siglo XVIII Sevilla perdería la mitad de su población.

-Edad Contemporánea.

Durante la segunda mitad del siglo XIX Sevilla adquirió una revitalización de la ciudad por la presencia del ferrocarril, el derribo de una parte de sus murallas y el crecimiento demográfico hacia el este y hacia el sur.
Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías del famoso guerrillero Francisco Abad Moreno “El Chaleco” quien dirigía sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de La Mancha, Jaén y Córdoba. Otras partidas de guerrilleros fueron también muy activas en Córdoba, Sevilla y Huelva como las de Bustamante, Bartolo y Trigo.
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
En el año 1833, Javier de Burgos ministro de Fomento realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Sevilla, como Capital de la provincia de Sevilla.
A lo largo del siglo XIX, durante la vigencia de los distintos gobiernos liberales se van a producir las “desamortizaciones” que es un proceso de expropiación o nacionalización de las propiedades de la Iglesia en concepto de venta de los llamadas “manos muertas”, nombre que recibieron las instituciones como la Iglesia y los Consejos que no podían vender sus tierras.
Las Guerras Carlistas, iniciadas contra el gobierno liberal tenían a los insumisos del norte (vascos y navarros), catalanes y valencianos, todos juntos a una activa Institución, que será la Iglesia quien avivaba desde el púlpito la sedición y rebelión contra la monarquía liberal y ésta, inició el proceso de “desamortización de los bienes de la Iglesia” para poder sufragar con medios económicos la formación de un ejército, dotado de pertrechos y soldados para combatir a las partidas facciosas que querían imponer por la fuerza, el régimen absoluto.
Posteriormente se suceden otros pasajes históricos como la Revolución y Constitución del 1869, el gobierno provisional del general Serrano, el reinado de Amadeo I de Saboya, la I República en 1873, período que termina con el golpe del Estado del general Pavía quien entra con las tropas en el Congreso en 1874, seguido por el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto en el año 1874, imponiendo por la fuerza de las armas la Restauración de la monarquía borbónica, en la persona de Alfonso XII.
Ya en el siglo XX, se produce un cambio político, con la proclamación de la II República, he iniciada la Guerra Civil, Sevilla es ocupada por el bando nacional.
Terminada la guerra transcurre su historia dentro del régimen de Franco hasta que en el año 1977 se incorpora como villa, tras la Ley de la Reforma Política al nuevo sistema democrático actual.
Durante el siglo XX además de soportar la represión de la Guerra Civil (1936-1939) que se posicionó en el bando nacional bajo la tutela del General Queipo de Llano y el posterior régimen autoritario del General Franco, presenció años antes la Exposición Iberoamericana de 1929 y la posterior dentro del periodo democrático de la Exposición Universal del 1992 y su posterior elección como capital de la Comunidad Autónoma de Andalucía