Para la señora sevillana que vive ahora en Australia y que pasó tres juveniles años de su vida en nuestra Capital, Málaga, entre 1955 y 1958.
Le participo que, efectivamente, la calle Puerto Parejo existía y existe junto a la calle Cristo de la Epidemia, pero cerca de lo que, entonces, se llamaba el Jardín de los Monos (porque había dos jaulas con sendos monos)y unas enormes moreras, frente al Colegio de los Maristas.
De esa plaza, salían las calles Lagunillas y Altosano, bajando la cual hacia calle Refino, y a la derecha, estaba la calle Los Negros que, entonces, terminaba en el Ejido y sus tejares.
Todo eso, modificado evidentemente, existe aún, pero con mejor urbanismo y mejores viviendas.
El Ejido, sus tejares y sus cuevas, ya no existen, prácticamente desde la década de los sesenta y algo, en que, en ese lugar, se construyó la primera facultad universitaria de Ciencias Políticas y Económicas de la entonces, aún en ciernes, Universidad de Málaga, hoy en pleno auge.
Le participo que, efectivamente, la calle Puerto Parejo existía y existe junto a la calle Cristo de la Epidemia, pero cerca de lo que, entonces, se llamaba el Jardín de los Monos (porque había dos jaulas con sendos monos)y unas enormes moreras, frente al Colegio de los Maristas.
De esa plaza, salían las calles Lagunillas y Altosano, bajando la cual hacia calle Refino, y a la derecha, estaba la calle Los Negros que, entonces, terminaba en el Ejido y sus tejares.
Todo eso, modificado evidentemente, existe aún, pero con mejor urbanismo y mejores viviendas.
El Ejido, sus tejares y sus cuevas, ya no existen, prácticamente desde la década de los sesenta y algo, en que, en ese lugar, se construyó la primera facultad universitaria de Ciencias Políticas y Económicas de la entonces, aún en ciernes, Universidad de Málaga, hoy en pleno auge.
