Miguel de Cervantes además de ser novelista, poeta y dramaturgo en sus últimos años de su vida trabajó como cobrador de impuestos y esto le ocasionó numerosos problemas y disputas, puesto que era el encargado de ir casa por casa recaudando impuestos, que en su mayoría iban destinados para cubrir las guerras en las que estaba metida España.
Pues bien, por los diarios escritos del propio Cervantes se sabe que visitó Jaén junto a un grupo de personas que también se dedicaban a ir casa por casa para cobrar los impuestos. En su diario, Cervantes cuenta que no salió de la habitación del hostal donde se alojó cuando estuvo en Jaén, es decir justo en la zona amurallada de la capital. Dice en su diario que Jaén es una ciudad fría, donde se come muy mal, en definitiva, que Jaén no sale bien parada. En cambio en los diarios de las personas que lo acompañaban hablan muy bien de Jaén, donde dicen que es una ciudad barata, la gente es muy campechana, se come muy bien y valoran el entorno monumental de la ciudad. Los historiadores han valorado mas los diarios de los trabajadores que acompañaban a Cervantes que al propio escritor ya que Cervantes no salió por la ciudad y solo estuvo metido en su habitación.
Se sabe que Cervantes visitó Jaén entre 1593-1595 y dos años después escribiría su gran obra, Don Quijote de la Mancha.
Pues bien, por los diarios escritos del propio Cervantes se sabe que visitó Jaén junto a un grupo de personas que también se dedicaban a ir casa por casa para cobrar los impuestos. En su diario, Cervantes cuenta que no salió de la habitación del hostal donde se alojó cuando estuvo en Jaén, es decir justo en la zona amurallada de la capital. Dice en su diario que Jaén es una ciudad fría, donde se come muy mal, en definitiva, que Jaén no sale bien parada. En cambio en los diarios de las personas que lo acompañaban hablan muy bien de Jaén, donde dicen que es una ciudad barata, la gente es muy campechana, se come muy bien y valoran el entorno monumental de la ciudad. Los historiadores han valorado mas los diarios de los trabajadores que acompañaban a Cervantes que al propio escritor ya que Cervantes no salió por la ciudad y solo estuvo metido en su habitación.
Se sabe que Cervantes visitó Jaén entre 1593-1595 y dos años después escribiría su gran obra, Don Quijote de la Mancha.