Prima, los borullos nunca los comí, pero los talarines (que por lo visto son familia de los borullos), sí que los he comido y los sigo comiendo cuando estamos reunidos con mi mamá, aunque, como siempre, decimos que no son como los que se hacen allí, porque ni las almejas, ni siquiera los "aliños" tienen el mismo sabor, pero igualmente los comemos y nos saben a gloria y si vieras cómo, todavía, nos peleamos por las tortillas que hace, aparte, con la masa que le queda; exactamente nos pasa con los ... (ver texto completo)
