Muchas de las coplillas e inventos del "chache Diego La Habana", como le conocemos en mi
casa, acababan siempre con el mismo estribillo:
"En
Madrid veinticuatro berenjenas son docenas y
En Linares tres albarcas son dos pares".
Cuando cayó a la
calle por la
ventana de la cámara, fue el
médico a visitarle y decía que posiblemente estuviese reventado porque echaba por la boca un líquido oscuro. él decía que lo más probable es que estuviera echando la "panzá" de vino tinto que tenía dentro, que fue
... (ver texto completo)