Testimonio estremecedor de un carlista anciano, Rufino Peinado Peinado (1854-1951) Catedrático de francés, periodista católico y escritor.
Las gentes del
pueblo, con su poca discreción y su hábito murmurador, han mezclado mi nombre en turbias habladurías que no me agradan, pero si cierro mi
puerta por temor a su malicia, me quedaría en absoluta soledad; por ello, aún a trueque de algún contratiempo, no quiero perder tan precarias y torpes
amistades. Alguno me trae de vez en cuando, con sus visitas,
... (ver texto completo)