San Telmo, (El Vaticano), desde muy pequeño, tuve que abandonar sus
calles, desde muy pequeño tengo gratos recuerdos de sus gentes, desde pequeño, tengo la necesidad de al menos una vez al año, pasear por las
casas viejas. Me gusta
comprar algunos gramos de jamón en el
kiosco de Bartolo. Me gusta ver el
casino con su barra de madera y repleta de vasos de
color canoso. Me gusta el olor a aguardiente. Me gusta lo añejo. Me recuerda aquellos medio días cuando los mineros regresaban de una larga jornada
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