SANTA FE: XXIII. SANTA FE...

XXIII. SANTA FE

1. HISTORIA DE SANTA FE.

Es una villa situada en la Vega de Granada a una distancia de 11 km de la capital.
El municipio está constituido por el núcleo de Santa Fe, capitalidad de la subcomarca de la Vega Baja de Granada, El Jau y la mayor parte de Pedro Ruiz, situada entre Santa Fe y Fuente Vaqueros.
Su fundación se debe al campamento militar establecido por los Reyes Católicos cuando emprendieron la campaña de la conquista de Granada expulsando definitivamente a la dinastía nazarí.
La historia de Santa Fe es pareja con historia de la Edad Moderna de España.
Durante la Reconquista los Reyes Católicos instalaron un campamento sobre el lugar que hoy ocupa la ciudad en 1483.
En1491 decidieron finalizar la Guerra de Granada y erigieron el campamento en piedra y ladrillo, motivo que originó un efecto psicológico a los sitiados de la ciudad de la Alhambra. La ciudad campamento se edifico en un corto período de ochenta días incluidas varias torres, muros y una fosa así como las cuatro puertas que hoy todavía se conservan.
La ciudad fue donde se celebraron las capitulaciones de Santa Fe suscritas entre los años 1491 y 1492 entre los reyes D. Fernando de Aragón e Isabel de Castilla con el monarca nazarí Boabdil El Chico (Muhammad XI) para la entrega y capitulación de Granada en fecha 25 de noviembre de 1491.
Este mismo lugar fue la sede de las negociaciones entre los Reyes Católicos y el navegante Cristóbal Colón quien el 17 de abril de 1492 suscribieron un documento considerado por los especialistas el primer documento escrito de la historia de América conocido como las Capitulaciones de Santa Fe. Recogen los acuerdos entre los reyes y Cristóbal Colón relativo a la Expedición a las Indias donde incluían las condiciones y los beneficios que le reportaría la conquista de América.
En su contenido se le otorgan a Cristóbal Colón los títulos de almirante, virrey y gobernador general en todos los territorios que descubriera o ganase durante su vida así como la décima parte de los beneficios obtenidos, nombrando como sucesores a sus herederos de forma vitalicia.
Así mismo se le concede también el diezmo de todas las mercaderías que hallase y hubiera en los lugares conquistados.
Estas Capitulaciones están firmadas por Cristóbal Colón y el Secretario de los Reyes Católicos y hombre de su confianza Luis de Santángel.
Actualmente he encuentra este documento en el Archivo de la Corona de Aragón (libro 3569).
. Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías del famoso guerrillero Francisco Abad Moreno “El Chaleco” quien dirigía sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de La Mancha, Jáen, Córdoba y el resto de Andalucía.
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
En el año 1833, Javier de Burgos ministro de Fomento realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Santa Fe, dentro de la provincia de Granada.
A lo largo del siglo XIX, durante la vigencia de los distintos gobiernos liberales se van a producir las “desamortizaciones” que es un proceso de expropiación o nacionalización de las propiedades de la Iglesia en concepto de venta de los llamadas “manos muertas”, nombre que recibieron las instituciones como la Iglesia y los Consejos que no podían vender sus tierras.
Las Guerras Carlistas, iniciadas contra el gobierno liberal tenían a los insumisos del norte (vascos y navarros), catalanes y valencianos, todos juntos a una activa Institución, que será la Iglesia quien avivaba desde el púlpito la sedición y rebelión contra la monarquía liberal y ésta, inició el proceso de “desamortización de los bienes de la Iglesia” para poder sufragar con medios económicos la formación de un ejército, dotado de pertrechos y soldados para combatir a las partidas facciosas que querían imponer por la fuerza, el régimen absoluto.
Posteriormente se suceden otros pasajes históricos como la Revolución y Constitución del 1869, el gobierno provisional del general Serrano, el reinado de Amadeo I de Saboya, la I República en 1873, período que termina con el golpe del Estado del general Pavía quien entra con las tropas en el Congreso en 1874, seguido por el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto en el año 1874, imponiendo por la fuerza de las armas la Restauración de la monarquía borbónica, en la persona de Alfonso XII.
Ya en el siglo XX, se produce un cambio político, con la proclamación de la II República, he iniciada la Guerra Civil, Santa Fe es ocupada por el bando nacional y el ejercito expedicionario italiano que vino en ayuda de la España nacional.
En mi libro: “La España critica….una Iberia posible” comento esta tragedia humana y manifiesto: “Desgraciadamente, la anarquía existente en las dos Españas enfrentadas trajo sin por ello olvidar otras sangres inocentes derramadas, con los métodos represivos de los dos bandos que usaron la extrema dureza. Vamos a recordar a dos víctimas de esta barbarie, la desaparición de dos personajes que la sufrieron en su persona, dos genios de la pluma Federico García Lorca y Ramiro de Maeztu, inútilmente sacrificados por el odio enfermo de los contendientes.
Olvidemos para siempre esta tragedia, con su memoria histórica y sepultemos definitivamente la triste realidad que denunciaba Mariano José de Larra del convulso periodo decimonónico: “Aquí yace media España, murió de la otra media”.
Recordemos tiempos pasados donde reinaba la armonía en el pueblo y todo el estrato social participaba en actos colectivos como refleja el gran genio pictórico Francisco de Goya en su obra “La Pradera de San Isidro” con escenas de fiestas, alegría común y jolgorio popular y en otros como “La carga de los mamelucos” donde todo un pueblo unido, participa en su lucha contra el invasor francés.
En esta escena de la Guerra de Independencia, ya un ilustrado de mente privilegiada D. Melchor Gaspar de Jovellanos, hacía su análisis personal y decía: “España no lucha por los Borbones, ni por los Fernandos; lucha por sus propios derechos, derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda la familia o dinastía.
España lidia por su religión, su Constitución, por su leyes, por sus costumbres, sus usos y en una palabra, por su libertad…”
Terminada la guerra transcurre su historia dentro del régimen de Franco hasta que en el año 1977 se incorpora como villa, tras la Ley de la Reforma Política al nuevo sistema democrático actual.