EL MONO Y LAS LENTEJAS
Un hombre transportaba un saco de lentejas de un
pueblo a otro. Hacía un calor insoportable, por lo que a mitad de
camino se paró a descansar y disfrutar de la
sombra que le brindaban unos frondosos
árboles. Rápidamente se quedó dormido. En el bosque habitaba un revoltoso mono, el cual, nada más ver ese enorme saco al lado del hombre, no se pudo resistir. Lo abrió, cogió un gran puñado de lentejas, se subió al
árbol y, sentado en una rama, se dispuso a disfrutar del manjar
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