La vida no cuesta nada, no tiene precio es un viaje sin vuelta, es cada instante y cada momento. De todas las posesiones, la más valiosa es un buen amigo. Si te cansas, aprende a descansar, no a renunciar. El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho. Pasamos la mitad de nuestras vidas buscando lo que tenemos y la otra mitad recordando lo que hemos perdido.