PROFUNDA Y BELLA REFLEXIÓN
Mariana se puso
feliz por haber
ganado un
juego de té de
color rosa.
Al día siguiente, Julia, su amiguita, vino muy temprano a invitarla a jugar.
Mariana no podía, saldría con su madre aquella mañana. Julia entonces pidió a Mariana que le prestara su juego de té para que ella pudiera jugar sola en el
jardín del
edificio donde vivían. Ella no quería prestar su flamante regalo, pero ante la insistencia de la
amiga decidió hacer hincapié en el cuidado de aquel juguete
... (ver texto completo)