CUESTIÓN DE NECESIDAD
Cuentan que, cierto día, un desconocido se presentó en la
puerta de un
monasterio cargado de oro. Una vez allí solicitó al abad que lo repartiera entre los monjes de la comunidad y, tras escuchar pacientemente a aquel misterioso hombre, la respuesta del abad fue muy tajante:
–Los monjes no lo necesitan.
El desconocido insistió sin obtener ningún resultado, así que, al final, decidió colocar el oro dentro de una cesta en medio del
patio con un
letrero que ponía: «El que
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