Compramos energía a futuro



Buenos días foreros-as... ¡Feliz jueves!
Buenas noches Antonia. felices sueños. un abrazo.
Sensi que pases una buena noches, hasta mañana un abrazo.
Buenas noches Antonia. felices sueños. un abrazo.
EL NIÑO QUE LUSTRA ZAPATOS Y LA LECCIÓN QUE NADIE OLVIDÓ

Era una mañana cualquiera en un café del centro.
Un niño, de unos 12 años, cargaba un viejo cajón de lustrabotas.
La ropa limpia, pero gastada.
Los zapatos rotos de tanto andar.
Se acercó a un hombre elegante, con reloj de lujo y traje a medida.
—Señor, ¿le lustro los zapatos?
El hombre ni lo miró.
—Vete de aquí, niño. Anda a mendigar a otro lado. ... (ver texto completo)
Detrás de los sueños siempre hay esfuerzo que la gente no ve.
La vida me enseñó: que se aprende más escuchando que hablando, que el respeto y la educación abren más puertas que el dinero, que una sonrisa te hace más atractivo que cualquier prenda de vestir, que la actitud nos define, nos acerca o nos aleja de los demás. Que el amor se siente, no se elige.
Caminando por la vida, comprendí, que lo importante no es saber lo que un tiene, es saber todo lo que uno vale.
Valiente es quien dice la verdad, sabiendo que lo perderá todo.
Buenas noches Antonia. que sea una noche con hermosos sueños. un abrazo.
Buenas noches Sensi hasta mañana si Dios quiere, un abrazo.
Buenas noches Antonia. que sea una noche con hermosos sueños. un abrazo.
LA MUJER QUE COCÍA PAN ECOLÓGICO PARA QUIENES COMÍAN DE LA BASURA

Su nombre era Ángela Estrada.
Cada madrugada, cuando la ciudad aún dormía, ella encendía su horno pequeño y amasaba pan.
No lo hacía para vender.
No lo hacía para su familia.
Horneaba pan para la gente que rebuscaba entre los cubos de basura.
Decía:
—No puedo cambiar el mundo, pero puedo cambiar una mañana.
El pan que hacía era sencillo: harina integral, semillas, un poco de miel cuando había. ... (ver texto completo)
Dicen que lo bueno tarda y yo llevo esperando tanto tiempo que lo bueno ya no quiere venir.
Las oportunidades son como amaneceres, si esperas demasiado, las perderás.
Aprendí que el «nunca más» nunca se cumple, y el «para siempre», siempre termina.
Pensamos tanto en el mañana que se nos olvida disfrutar hoy.