Hay quien va por ahí tirando piedras y luego se siente agredido cuando le vienen de vuelta. Los triunfadores tienen mucha suerte. Si no lo crees, pregúntale a un fracasado. Todos nos dejamos engañar a la vez, y no porque seamos tontos, sino porque las buenas personas son fáciles de engañar. Se dice que el tiempo es un gran maestro; lo malo es que va matando a sus discípulos. Buenas noches, que descanses y sueñes bonito, un abrazo.