LOS BALCONES: La que se nos viene encima...

La que se nos viene encima
No basta la gran cantidad de instalaciones ganaderas intensivas que ya hay en la provincia, sobre todo en la zona norte, sino que en los últimos meses parece que hay una operación de desembarco y ahora mismo hay tramitándose granjas en una gran cantidad de pueblos:

Cortes de Baza: Hay admitidas a trámite una granja para 4.800 cerdos y, ¡atención! cinco granjas distintas de 2.496 cabezas cada una (A partir de 2.500 cabezas de cebo de más de 20 kg, hay que obtener Autorización Ambiental Integrada) Estas cinco granjas más otra de 740 madres reproductoras (750 es el límite para que pueda ser autorizada por el alcalde) se aprobaron en pleno de Ayuntamiento el mismo día, el 7 de diciembre de 2017.
En el Valle de Zalabí se han aprobado dos granjas de pollos de 31.638 y 27.000 plazas respectivamente, y una de cerdos de 7.200 plazas, pero hay actualmente en tramitación una granja de cerdos de la que no se dan datos sobre su tamaño y dos de pollos, admitidas a tramite en enero y febrero sin que tampoco se publique su tamaño. A esto hay que añadir que, según la Consejería de Agricultura, hay una granja avícola de 337.356 cabezas pero no aparece por ninguna parte la autorización ambiental de la Junta de Andalucía.
En Ferreira ya existe una explotación porcina de 6.000 cerdos, y se han aprobado tres granjas para pollos sin que se sepa la capacidad y está en trámite otra, también sin especificar el tamaño.
En Caniles ya hay una granja porcina de 3.968 cerdos de cebo y se está tramitando otra.
En Guadix hay una granja de cerdos de 24.000 plazas y otras más pequeñas.
En Cúllar hay una granja de 4.000 cerdos y otras con capacidad de 5.500 cerdos y 3.000 lechones.
En Fonelas se tramita otra de pollos de engorde (llamados broiler) sin que se sepa el número y lo mismo otra en Gor.
En Huéneja se está tramitando una grana de pollos de 78.000 aves por camada (producción de cinco camadas al año, o sea 390.000 aves al año) y otra granja de pollos sin que se sepa el número que albergará.
En Montillana se acaba de aprobar otra granja sin que se sepa el número de pollos y se están tramitando otras tres sin que se sepa su capacidad.
En Castilléjar existe una granja en funcionamiento con capacidad de 5.200 madres reproductoras, 856 cerdas de reposición, 21.408 plazas para lechones y 36.000 plazas para cerdos de cebo. También está funcionando una de 1999 plazas de cebo (de la que no tiene constancia la Delegación de Medio Ambiente) y que ha pedido autorización para ampliar a 7.200 plazas de cebo y también hay otra autorizada de 1.999 plazas.
También en Castilléjar, se aprobó hace un año una granja de pollos, sin que se sepa su capacidad y está en tramitación otra con capacidad para 30.000 pollos.
En Dólar hay otra granja funcionando para 100.000 pollos.
En Alhama se ha admitido a trámite otro proyecto para granja de porcino de 7.200 plazas.
En la Puebla de Don Fadrique se está tramitando otra granja porcina para 18.000 cerdos y una producción de lechones de 540.000 al año.
En Huéscar se ha admitido a trámite una nueva granja porcina para 2.499 que se unirá a otra existente.
En casi toda la provincia hay granjas de cerdos, como en Chimeneas con muchos miles de cabezas, Baza con varias instalaciones, Benamaurel, Freila, Zújar, Cuevas del campo, Darro, Diezma, Purullena, Guadahortuna, Pedro Martínez, Íllora, Loja, Montefrío, Salar, Villanueva de Mesía, Motril, Dúrcal, Lecrín, Láchar o Pinos Puente.

Lista de granjas por municipios en esta tabla.

Si ya está tan bien representada esta industria en la provincia, ¿qué sentido tiene la invasión que se está produciendo ahora?

A lo mejor la respuesta está en la disminución que otros países, como Alemania y Dinamarca, están aplicando debido a los graves problemas ambientales que conllevan estas instalaciones. Es mejor que la porquería se nos quede a los subdesarrollados del sur y les enviemos la carne ya lista para el consumo. Y a la vista de la actuación de nuestras administraciones, no tenemos más remedio que darles la razón a estos países.

Se impone una moratoria que detenga esta proliferación de explotaciones y que las administraciones tomen carta, en serio, en la vigilancia y control de los residuos producidos. Porque la proinvica de Granada se está convirtiendo en una inmensa pocilga.