MUJER ZUJAREñA Y TAMBIéN CUEVEñA
Mujer de mirada simulada e incansable,
Que desde temprano te pones a faenar,
Empezando con los niños de la
escuela,
Después, a pasar a cocinar, lavar y ayudar.
Tú no conoces pinturas, joyas, ni fragancias
Como la gente de la ciudad;
Las únicas que conoces son las del sol
En contacto con tu rostro, te adornas
Y perfumas con
flores que sólo contigo
Dejan sentir un aroma encantador.
Tu amor hacia los semejantes es puro,
Sin hipocresías, aunque te hayan tratado
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