CUEVAS DE PUENTE ABAJO

Habitantes: 192  Altitud: 680 m.  Gentilicio: Huertarealeños 
Hoy amanece en CUEVAS DE PUENTE ABAJO a las 07:21 y anochece a las 20:55
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Situación:

Cuevas de Puente Abajo se encuentra en el municipio de Benamaurel y está formado por tres barrios: Cuevas de la Blanca, Huerta Real y Cuevas del Negro. Cuenta con una población de 192 habitantes (INE 2005). Está situado junto a la vega del río Guardal.

Para llegar hasta Cuevas de Puente Abajo es necesario tomar la salida de la A-92 hacia Benamaurel. Una vez en este pueblo, ir en dirección a Castril. Tras recorrer unos 500 metros después de salir del pueblo, hay que coger un desvío a la izquierda que nos llevará hasta Cuevas de Puente Abajo. Después de unos 5 km de recorrido atravesaremos sucesivamente sus tres barrios: Cuevas de la Blanca, Huerta Real y (un poco más alejado) Cuevas del Negro.

La vega es el lugar donde se centra la economía de Puente Abajo. Se encuentra atravesada por el río Guardal, que nace en la Sierra Seca y que tras atravesar toda la comarca de Huéscar y el municipio de Benamaurel desemboca en el embalse del Negratín. En las Cuevas de la Blanca recibe al río Cúllar, que trae muy poca agua y en la época estival queda totalmente seco (por eso se conoce como la Cañada Cúllar). A ambos lados del río se trabajan todo tipo de cultivos; aunque hay un claro predominio del olivar, que es la principal fuente de ingresos de los habitantes de la localidad. También podemos encontrarnos con otros cultivos como la cebada, la alfalfa, y todo tipo de productos de huerta. Por otro lado, la segunda actividad más importante de esta localidad es la ganadería, como demuestra la existencia de granjas de todo tipo (cerdos, conejos, pollos...).

Ayuntamiento:

Depende del ayuntamiento de Benamaurel.

Monumentos:

Frente a Cuevas del Negro se encuentra el castillo de Benzalema, enclave habitado desde tiempos remotos, situado al pie del cerro Jabalcón y sobre el punto en que se unen los ríos Guardal y Castril. Eisten en este barrio dos ermitas: una antigua, vistosa pero en estado ruinoso, y una más reciente. En Huerta Real hay otra ermita que, por desgracia, fue construida tras derrumbar la antigua. También cabe destacar el Molino de los Burgos, en Cuevas de la Blanca.

No se pueden dejar de visitar los cortijos: unas edificaciones tradicionales y muy antiguas, que en la actualidad se encuentran, en su mayoría, deshabitadas. Uno de ellos es el Cortijo Nuevo, que se encuentra en el barrio de Cuevas del Negro, dividido en dos partes (vivienda para los dueños y para los trabajadores). Otro es el Cortijo de Cossio, que marca el límite entre Huerta Real y las Cuevas del Negro. Está formado por varios edificios y tiene una ermita, que se encuentra en muy mal estado, y en la que antiguamente se reunían los pocos lugareños para celebrar la misa. Muchos cortijos, al igual que varias casas-cueva, están siendo acondicionados para la práctica del turismo rural; recobrando así la vida que los caracterizó en anteriores épocas.

Fiestas:

Cuevas del Negro celebra sus fiestas a mediados de Mayo en honor a San Isidro. Más concurridas son las de Huerta Real y Cuevas de la Blanca, dos barrios que las celebran unidos en el último fin de semana de Agosto, en honor a San Agustín. En ellas se hace una procesión del santo a lo largo de Huerta Real un año, y de Cuevas de la Blanca otro, alternativamente. Son tradicionales los concursos de cartas, las carreras de cintas y las verbenas.

Costumbres:

Uno de los rasgos más característicos de Cuevas de Puente Abajo es su gastronomía: aquí se degustan prácticamente a diario platos tradicionales como gachas, migas, remojón, olla o gurupina. Además, durante Semana Santa, Navidad y otras celebraciones se preparan varios tipos de dulces como roscos, tortos o borrachuelos.

Una costumbre que aún perdura es la matanza del cerdo, que se sigue celebrando durante el invierno en muchos hogares obteniendo así productos derivados del cerdo como morcilla, chorizo, butifarra, relleno, sobrasada o salchichón.

Historia:

Durante buena parte de su historia Cuevas de Puente Abajo ha estado mucho más poblado de lo que está ahora. Desafortunadamente, y al igual que otros muchos pueblos pequeños de la zona, durante los años 60 y 70 sufrió una fuerte emigración hacia ciudades de la zona del Levante principalmente, como Benidorm, Barcelona, San Feliú de Guixols o la Costa del Sol, e incluso otros países como Francia y Mónaco. Esta emigración hace que hoy en día veamos en nuestro recorrido por la localidad más cuevas abandonadas que habitadas.

Durante la década de los 90, comenzaron a regresar durante el verano y las fiestas locales muchos de sus emigrantes, recobrando así algo de la vida que había perdido. Hoy en día y gracias al auge del turismo rural y al aumento de servicios, Cuevas de Puente Abajo se recupera de su letargo y recibe con gran alegría tanto a aquellos que algún día tuvieron que marchar, como a los que atraídos por una forma de vida diferente nos visitan por vez primera.

Turismo:

Fuera de Cuevas de Puente Abajo los alojamientos más próximos son el Cortijo del Médico, a orillas del Embalse del Negratín y a unos tres kilómetros; y el de Cuevas de Luna, que ofrece alquiler de casas-cueva, a dos kilómetros y en el barrio del mismo nombre.