Buenos días, amigas y amigos del Foro. Que cada uno saque sus conclusiones.
"Inspirándose en la ética de Kant, el filósofo John Rawls sostiene que crear leyes justas es, en teoría, una tarea sencilla.
Rawls plantea un modelo en el que el legislador debe adoptar una «posición primigenia» y cubrirse con un «manto dela imparcialidad»
En esta posición, el legislador debe dejar de lado su situación social, económica, cultural e incluso su condición física. Desde ese punto de partida, donde se ignora sí se ha nacido con alguna limitación o en un entorno de pobreza o privilegio, debe elaborar las leyes. Esta «posición primigenia» implica colocarse ese manto que oculta la propia identidad social. Al desconocer si se es rico pobre, sano o enfermo, el legislador tenderá a crear leyes equitativas, considerando los intereses de todos. Porque, al fin y al cabo, si uno pudiera acabar en desventaja, querrá haber legislado con justicia.
Pero ¿y que?. ¿Es realmente posible alcanzar esa «posición primigenia»?.
Si asumimos que el ser humano puede razonar de forma completamente objetiva, sin prejuicios ni emociones, entonces sí, sería posible.
Pero si reconocemos que todo razonamiento está influido por un contexto cultural, económico o emocional, y que la neutralidad absoluta es inalcanzable, entonces diremos que no. No pretendo dar una respuesta definitiva, solo invito a la reflexión de la manera más imparcial que me permite mi condición, despojándome de mi cultura, mi identidad, mi genero... de mí mismo. Liberado de mí, ¿puedo entonces empezar a razonar?.
Pensemos ahora en quien elabora las leyes. Podemos imaginar al menos dos escenarios, cada uno más peculiar que el otro:
a) Legislas desde esa posición primigenia, despojados de género, cultura o clase, desde un vacío total.
Pero ¿cómo crear leyes económicas o de género para alguien específico si se prescinde de toda particularidad?
b) Legislan desde su propia perspectiva, priorizando sus intereses por encima de los demás, especialmente si aceptamos que no todos los legisladores actúan con buena fe.
Sea com o fuere que legislen, nadie podrá acallar tu voz escrita. Eso sí, deberás elegir entre ser directo o recurrir al poder de la metáfora y sus aliados para expresar lo que llevas dentro. Cuanto más limitado sea el espacio que te concedan como creador, más brillante y libre se vuelve la imaginación al jugar con las palabras.
Con o sin manto, tu voz debe brillar, especialmente si los tiempos se oscurecen,
Eso es, al menos, lo que pienso.
Saludos para todos ustedes, alicuneros dl Foro.
"Inspirándose en la ética de Kant, el filósofo John Rawls sostiene que crear leyes justas es, en teoría, una tarea sencilla.
Rawls plantea un modelo en el que el legislador debe adoptar una «posición primigenia» y cubrirse con un «manto dela imparcialidad»
En esta posición, el legislador debe dejar de lado su situación social, económica, cultural e incluso su condición física. Desde ese punto de partida, donde se ignora sí se ha nacido con alguna limitación o en un entorno de pobreza o privilegio, debe elaborar las leyes. Esta «posición primigenia» implica colocarse ese manto que oculta la propia identidad social. Al desconocer si se es rico pobre, sano o enfermo, el legislador tenderá a crear leyes equitativas, considerando los intereses de todos. Porque, al fin y al cabo, si uno pudiera acabar en desventaja, querrá haber legislado con justicia.
Pero ¿y que?. ¿Es realmente posible alcanzar esa «posición primigenia»?.
Si asumimos que el ser humano puede razonar de forma completamente objetiva, sin prejuicios ni emociones, entonces sí, sería posible.
Pero si reconocemos que todo razonamiento está influido por un contexto cultural, económico o emocional, y que la neutralidad absoluta es inalcanzable, entonces diremos que no. No pretendo dar una respuesta definitiva, solo invito a la reflexión de la manera más imparcial que me permite mi condición, despojándome de mi cultura, mi identidad, mi genero... de mí mismo. Liberado de mí, ¿puedo entonces empezar a razonar?.
Pensemos ahora en quien elabora las leyes. Podemos imaginar al menos dos escenarios, cada uno más peculiar que el otro:
a) Legislas desde esa posición primigenia, despojados de género, cultura o clase, desde un vacío total.
Pero ¿cómo crear leyes económicas o de género para alguien específico si se prescinde de toda particularidad?
b) Legislan desde su propia perspectiva, priorizando sus intereses por encima de los demás, especialmente si aceptamos que no todos los legisladores actúan con buena fe.
Sea com o fuere que legislen, nadie podrá acallar tu voz escrita. Eso sí, deberás elegir entre ser directo o recurrir al poder de la metáfora y sus aliados para expresar lo que llevas dentro. Cuanto más limitado sea el espacio que te concedan como creador, más brillante y libre se vuelve la imaginación al jugar con las palabras.
Con o sin manto, tu voz debe brillar, especialmente si los tiempos se oscurecen,
Eso es, al menos, lo que pienso.
Saludos para todos ustedes, alicuneros dl Foro.
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