RECUERDOS DE LA POSGUERRA
El Campo de Gibraltar por el fácil acceso al mercado de los componentes de radio, era terreno abonado para Radioaficionados, que los había de gran altura, y sus reuniones en el Club eran interesantísimas. Asistía a cuantas podía, y me sirvieron de gran ayuda en mi afición al campo de la radio. Me hice amigo de un Radioaficionado que era relojero, y me pasaba las horas libres viéndolo trabajar o en su casa con la emisora que era un mundo fascinante. En ese tiempo llegaron los primeros diodos de Germanio a mis manos que los pasaban como primicia los Radioaficionados. Poco más tarde, se extendió como reguero de pólvora, el transistor que iba a revolucionar en pocos años el mundo de la electrónica.
El Campo de Gibraltar por el fácil acceso al mercado de los componentes de radio, era terreno abonado para Radioaficionados, que los había de gran altura, y sus reuniones en el Club eran interesantísimas. Asistía a cuantas podía, y me sirvieron de gran ayuda en mi afición al campo de la radio. Me hice amigo de un Radioaficionado que era relojero, y me pasaba las horas libres viéndolo trabajar o en su casa con la emisora que era un mundo fascinante. En ese tiempo llegaron los primeros diodos de Germanio a mis manos que los pasaban como primicia los Radioaficionados. Poco más tarde, se extendió como reguero de pólvora, el transistor que iba a revolucionar en pocos años el mundo de la electrónica.