En mi libro:”La España critica….. una Iberia posible”incluyo las ejecuciones de ilustres liberales tras la liberacion del rey felon Fernando VII POR EL Duque de Algulema en 1823. He aquí el relato.
El duque de Angulema, al frente del ejército invasor, recorrió la Península, sin apenas resistencia, con algunos focos de ésta en Cataluña, y en Cádiz y Fernando VII es puesto en libertad, por los liberales refugiados en Cádiz.
Inmediatamente el 1 de octubre del 1823, dicta un Decreto, que publicaba en el Puerto de Santa María, mas feroz que el que se dicto en Valencia, donde se iniciaba una época represiva, más horrorosa, llamada “la Década ominosa”, que estuvo vigente en España del 1823 al 1833, fecha de la muerte del rey.
A partir de entonces, se cometen todo tipo de atrocidades, se formó una Regencia en Madrid y sin esperar a Fernando, se dedicó a la vigilancia contra los representantes del sistema liberal, enviando a las cárceles a más de mil doscientos infelices en las cárceles de Zaragoza; en Roa, la cárcel fue asaltada, haciendo perecer en ella, todos los que estaban detenidos, y las partidas realistas, así como el Trapense en Navarra y Locho en la Mancha, se entregaban a la mas cruel ferocidad, mientras que en Córdoba, los pobres liberales eran arrojados al agua y por último, en Villamar, fueron quemados de la urna, que contenía los restos de los Comuneros de Castilla, Padilla, Bravo y Maldonado, y arrojadas al viento, sus cenizas, persiguiendo a los que los habían honrado, en el trienio liberal.
La ejecución de Riego, se realizó el 7 de noviembre de 1823, y el ilustre revolucionario, conducido en un serón arrastrado por un pollino, cubierto con un gorro negro en la cabeza, y llevado hasta el cadalso y ahorcado, en la Plaza de la Cebada de Madrid y su cuerpo, descuartizado en varias partes, fueron arrastradas por el populacho, por las calles de Madrid.
Otra víctima ilustre de aquel momento, Juan Martín, el Empecinado, murió en Roa (Burgos) como rebelde por ser fiel a la Constitución hasta el final.
Siguió la represión y se producen diversos levantamientos y conspiraciones como el de los hermanos Bazán en Alicante (1826), Mina en París (1831) Torrijos en Inglaterra (1831).
Los realistas, se levantan contra el rey, Fernando VII, quien rodeados de una camarilla de incondicionales, algunos de ellos afrancesados y masones, gobierna a su antojo.
Así pues, entre los realistas destacan, el mariscal Capapé en Zaragoza (1824), Bessieres en Sigüenza (1825), los malcontents o agraviados en Cataluña para defender a la religión, al rey Carlos y a la Inquisición (1826-1827).
Son víctimas de la represión, el general Torrijos con una serie de partidarios, que es capturado en la playa de Torremolinos (Málaga) por el delegado el Gobierno, González Moreno, apodado “Carnicerito de Málaga”, de triste mención, y los ejecutada; así mismo completa, el inicuo personaje, su criminal acción, con la ejecución de Mariana Pineda, en Granada, por el hecho de haber bordado una bandera liberal.
Con la muerte del rey en el año 1833, se manifiestan en España, los defensores del Antiguo Régimen, adictos unos a Isabel II y otros, a su tío, D. Carlos y los partidarios del régimen constitucional.
Fdo: Julio Reyes Rubio “Al-Mayriti”
El duque de Angulema, al frente del ejército invasor, recorrió la Península, sin apenas resistencia, con algunos focos de ésta en Cataluña, y en Cádiz y Fernando VII es puesto en libertad, por los liberales refugiados en Cádiz.
Inmediatamente el 1 de octubre del 1823, dicta un Decreto, que publicaba en el Puerto de Santa María, mas feroz que el que se dicto en Valencia, donde se iniciaba una época represiva, más horrorosa, llamada “la Década ominosa”, que estuvo vigente en España del 1823 al 1833, fecha de la muerte del rey.
A partir de entonces, se cometen todo tipo de atrocidades, se formó una Regencia en Madrid y sin esperar a Fernando, se dedicó a la vigilancia contra los representantes del sistema liberal, enviando a las cárceles a más de mil doscientos infelices en las cárceles de Zaragoza; en Roa, la cárcel fue asaltada, haciendo perecer en ella, todos los que estaban detenidos, y las partidas realistas, así como el Trapense en Navarra y Locho en la Mancha, se entregaban a la mas cruel ferocidad, mientras que en Córdoba, los pobres liberales eran arrojados al agua y por último, en Villamar, fueron quemados de la urna, que contenía los restos de los Comuneros de Castilla, Padilla, Bravo y Maldonado, y arrojadas al viento, sus cenizas, persiguiendo a los que los habían honrado, en el trienio liberal.
La ejecución de Riego, se realizó el 7 de noviembre de 1823, y el ilustre revolucionario, conducido en un serón arrastrado por un pollino, cubierto con un gorro negro en la cabeza, y llevado hasta el cadalso y ahorcado, en la Plaza de la Cebada de Madrid y su cuerpo, descuartizado en varias partes, fueron arrastradas por el populacho, por las calles de Madrid.
Otra víctima ilustre de aquel momento, Juan Martín, el Empecinado, murió en Roa (Burgos) como rebelde por ser fiel a la Constitución hasta el final.
Siguió la represión y se producen diversos levantamientos y conspiraciones como el de los hermanos Bazán en Alicante (1826), Mina en París (1831) Torrijos en Inglaterra (1831).
Los realistas, se levantan contra el rey, Fernando VII, quien rodeados de una camarilla de incondicionales, algunos de ellos afrancesados y masones, gobierna a su antojo.
Así pues, entre los realistas destacan, el mariscal Capapé en Zaragoza (1824), Bessieres en Sigüenza (1825), los malcontents o agraviados en Cataluña para defender a la religión, al rey Carlos y a la Inquisición (1826-1827).
Son víctimas de la represión, el general Torrijos con una serie de partidarios, que es capturado en la playa de Torremolinos (Málaga) por el delegado el Gobierno, González Moreno, apodado “Carnicerito de Málaga”, de triste mención, y los ejecutada; así mismo completa, el inicuo personaje, su criminal acción, con la ejecución de Mariana Pineda, en Granada, por el hecho de haber bordado una bandera liberal.
Con la muerte del rey en el año 1833, se manifiestan en España, los defensores del Antiguo Régimen, adictos unos a Isabel II y otros, a su tío, D. Carlos y los partidarios del régimen constitucional.
Fdo: Julio Reyes Rubio “Al-Mayriti”