Si visitan la
iglesia de
San Antonio de
Cadiz pueden regodearse con su sepulcral silencio pero también pueden atreverse a mirar uno de los impresionante cuadros que allí exponen, sobre todo, el dedicado a las ánimas benditas del purgatorio, una obra pictórica al óleo de la
escuela mejicana de alrededor del 1700, en la que se puede ver a la
virgen del Carmen vestida con hábitos Carmelitas y ayudando a las ánimas del purgatorio.