Retablo de mediados del siglo XVIII, atribuido a Gonzalo Pomar y procedente del
convento de
San Diego, de franciscanos descalzos. En la
hornacina inferior se encuentra una imagen de San Juan Bautista, procedente de otro retablo, obra de Luisa Roldán "La Roldana. En las otras
hornacinas se encuentra tres
santos servitas, obra los tres de hacia 1760 y de autor desconocido. Los santos son: San Pelegrín, situado en el atico,
Santa Juliana de Falconieri y San Felipe Benizio.