El frente queda presidido por una pintura de la
Santa Cena, y en las pechinas de la
cúpula pueden verse cuatro lienzos de
santo Tomás de Aquino, obra de María Antonia Dorronzoro con la colaboración de su hijo Eduardo Vassallo. A la
capilla da acceso una
reja de hierro fundido del siglo XIX con vistosa ornamentación isabelina, ante la cual hay una lámpara de plata de estilo rococó. Posee este templo, de severa
arquitectura interior, muy buenas imágenes repartidas por los diversos
retablos que lo decoran.