CUANDO EL NEGOCIO NO DA
Aquel hombre lasecano, alto y bien vestido, era un labrador de los que llaman de abrigo, decía de vez en cuando si el capital no te da para levantarte a las once de la mañana, no merece tener capital. Y el hombre lo llevaba a tope su intuición, le vi cuando yo iba al colegio de pequeño como este hombre estirado y luego con bastón en la mano, le veía pasar camino del Círculo de Labradores, donde creo que echaría su partida de cartas o domino, Era un hombre respetado, y creo ... (ver texto completo)
Aquel hombre lasecano, alto y bien vestido, era un labrador de los que llaman de abrigo, decía de vez en cuando si el capital no te da para levantarte a las once de la mañana, no merece tener capital. Y el hombre lo llevaba a tope su intuición, le vi cuando yo iba al colegio de pequeño como este hombre estirado y luego con bastón en la mano, le veía pasar camino del Círculo de Labradores, donde creo que echaría su partida de cartas o domino, Era un hombre respetado, y creo ... (ver texto completo)