Buenas noches, aquí os dejo algo que leí esta mañana, y me gustó, por eso quería compartirlo con vosotr@s. Besos Membriller@s
CENICIENTAS
La idea de enamorarte de tu alma gemela, además de sonar un poco incestuoso, creo que nos hace mucho daño. Por culpa de esta idea de exclusividad afectiva; esa certeza de que existe uno para ti, y nada más, nos pasamos la vida intentando descubrir en cada hombre si <<es él>>. Pobre. Y al terminar las relaciones se escucha a menudo esta inquietante frase:
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Buenos días. Por aquí la cosa está un poco así; entre Pinto y Valdemoro. No digo yo, BAE, que la tal Bárbara no tenga su razón. Un poco más de aventura e improvisación, parece ser su síntesis. Lo interesante sería buscar, encontrar y, si no es, volver al proceso. Al final del ciclo, podremos decir: ¡Lo he intentado! Lo jodido debe de ser quedarse esperando, esperando; viendo pasar uno, otro, otro; deseando que pase el que creemos nuestro- que al final no sabemos si será- pero que pasa sin saber si es. Un día, un mes, año, un tiempo; una vida. También se puede hacer uno de muchos- como el joven Frankenstein- que sería la amalgama ideal: la belleza de este, la inteligencia del otro, la sensibilidad de aquél, etc., etc., En este caso el problema, seguramente, sería saber pintar el cuadro de la razón con el pincel de los sentidos, conjugándolo, a ser posible, con todos los colores sentimentales que tiene la cajita de las acuarelas. Un lío, evidentemente. Así que si algún desaprensivo/a me pidiese consejo en este campo- como en otros muchos- (Desde luego hay que estar tarao para hacerlo) yo no sería tan necio como para dárselo, entre otras razones porque cada cual es dueño de sus consejos. Sí, le expondría la duda de los caminos. Nos daríamos cuenta que cada uno elegiría uno distinto, en distintos estadios del estado de ánimo. Hoy voy a Carbajo, mañana a Salorino. Claro que esto habría que preguntarlo, abonando el campo, al inicio del proceso; si lo hacemos al final, jodido. Así que, como estoy esta mañana un poco como el tiempo os diré: Sentados, cerca de los 350 grados de la circunferencia, nos pregunta una voz extraña- de ultratumba- <<Tú, compañero/a, en el campo existencial de la búsqueda amorosa ¿Con qué te quedas? >> Unos /as dirán: yo, con las alitas de ángel y la pureza virginal de la espera. Que cuando llegue al Edén, los compañeros canten y las nubes se levanten. Otros/ as, simplemente: ¡Que me quiten lo bailao! En fin, como dijera el Chasquespeare ese: “Ser o no ser, esa es la cuestión”. Besos y saludos. PC
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