Con las monjas yo estudié, la jefa madre Dolores, cómo me enseño las tablas, a base de pescozones. Muchos juntos en un aula, todos sentados allí, la madre Dolores enfrente, viéndonos de escribir. El corazón de Jesús, de la pared colgaba, y con ojos melancólicos, a todos nos observaba.
Cantábamos muchos cantes, rezábamos al entrar, también rezaba al salir, y le contaba a mi madre, todo lo que hacía allí. Te llamaban a la mesa, la lección te preguntaban, y si no te la sabías, a un rincón te mandaban. ... (ver texto completo)
Cantábamos muchos cantes, rezábamos al entrar, también rezaba al salir, y le contaba a mi madre, todo lo que hacía allí. Te llamaban a la mesa, la lección te preguntaban, y si no te la sabías, a un rincón te mandaban. ... (ver texto completo)
Antoñito, una sugerencia. Por qué tus poemas no los escribes en forma de versos? Con lo bonitas, graciosas y emotivas que son, quedarían y las leeríamos mejor. Prueba, chaval, verás qué bien quedan.