Mensajes de RUBITE (Granada) enviados por Teresa:

Cuando desees comer pan que no paresca chicle, cuando quieras comer roscos casaros, cuando te apetesca buñoelos calientes, cuando quieras saborear turron casero, ven a las cortijadas de Rubite (Alcomogarradi) te esperamos.
Si pudiera no dude ya hubiera hecho más de una visita, pero no siempre dura la dicha. Puedo decir que soy la mujer más afortunada del mundo, me aman y amo con la misma intensidad, pero un día los que por sanadores tenemos, entre ellos existen muchos avaros, no les basta con las grandes pagas que cobran del Insalud, quieren más, más y más, tres consultas y en una miren por donde le toco al ser más hermoso, generoso, extraordinario, él, el amor de mí vida, se quedo sin su madre recién cumplidos los 5 años, a partir de ahí yodo fue una cruel y real pesadilla, por no llevarlo al médico, una vena del corazón, debido a un problema de reúma en la sangre, sufrió una casi obstrucción (Fue su abuela la que se dio cuenta) mas ya era tarde, aún así tuvo que estar bajo la esclavitud, nada más y nasa menos que de su mismo "padre". "Señora" nueva, siervo a explotar. Contar, nuestra hermosa historia de AMOR sería largo, solo decirle, que ese amor no ha muerto, nos seguimos amando, jamás se separa de mí, cada día que pasa necesito más de su presencia física. Sufrí un accidente, cuando viajaba en un Bus EMT. He quedado invalida de por vida, viajar es un tormento, con decirle que por el simple hecho de dar un solo paseo, siempre en mí silla de ruedas, me cuesta dolor y 48 h. reponerme, donde mejor estoy, en un sillón Relax, donde mi espalda y mis piernas pueden descansar, veremos si este verano hacemos el viaje que ya hace un par de años programamos y que no ha podido ser. Le prometo visitarle. Gracias por su gran ofrecimiento, desde el corazón, le deseo, salud y suerte, se la merece, Abrazos. T ... (ver texto completo)
¡Que hermoso es el paisaje! Para los que tienen dinero y se pueden dar el capricho, una cosa es ir a esquiar y otra muy distinta, la de tener que trabajar duro, cuando hace años caían aquellos nevazos, los de pala y azada, para poder comprar el pan. Y, que rico sabe el pan, como huele ese horno, sin cuanto placer te comes una rebanada con aceite y sal. El mejor de los manjares, pero amigos en las capitales de este país nos han impuesto el bague por ahora tendré que esperar para volver aquel rico ... (ver texto completo)