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Mensajes enviados por Vientodel:

Mortecina lluvia caía en el Camposanto, cuando la puerta de forja chirriaba con la salida del último familiar que había estado acompañando a sus muertos. Paraguas en mano bajaba hacia el pueblo. Entre las paredes de piedra quedaban los brillantes panteones de granito y mármol adornados con crisantemos de multitud de colores y demás flores. Todas a cual más bellas.
Antes de que saliera el familiar, un búho chico se posó en la esquina más alejada de las paredes de piedra.
Todo es silencio. Ya entre ... (ver texto completo)
Habiéndose pasado San Mateo, el coso de la Glorieta da al cerrojazo. En el recuerdo nos queda lo acontecido en sus tardes de toros. El desembarque siempre es un espectáculo. Ver el comportamiento del toro de lidia cuando hay pocos estímulos para el animal. Me centraré en hacer mi particular comentario sobre el desembarque de la corrida de Garcigrande. (Se puede ver en Youtube) La presencia de los toros, bellísima. Sin ser cornalones, como serían para las plazas de las Ventas, Bilbao o Pamplona. Sus ... (ver texto completo)
Hace cuarenta años a las cinco de la tarde. Entraba en paseíllo triunfal, aquel que por derecho y méritos propios. Soñaba con llegar a lo más alto del escalafon de los toreros. Esta vez no pisaba la arena, iba en el feretro aizado por los brazos de amigos y compañeros que soñaban como él. A el, le entró en suerte el toro Burlero de pelaje negro girón. Que acomodaba en sus astas silenciosa la parca, con ansias de sentir que el torero exhalaba el último suspiro. El asta había rasgado el corazón del ... (ver texto completo)
Las aguas claras del Montoya van bajando. A su paso acarician berros, marisilvas y junqueras. En ellas se miran al espejo los chopos, álamos, olmos y algún saúco. Varios mirlos picotean en sus márgenes. Un ruinseñor posado en una rama de la arboleda trina y a veces se detiene para escuchar las suave canción del aguas. Mientras esto sucedía la tarde del día de Santiago, El Piñero seguia disfrutando de sus fiestas. Con bullicio, alegría, cordialidad y buen yantar, a ritmo de los compases de la charanga. ... (ver texto completo)
Amanecía la mañana con suave brisa fresca, esa que tantas veces soñaron los segadores. Por el sonido del motor de los primeros todoterreno que se aproximaban al lugar, alzaron el vuelo media docena de avutardas. Los campos comenzaban a despertar, pues aquellos vehículos anunciaron que volvería a suceder el acontecimiento extraordinario de la suelta de dos utreros. Todos los caminos eran válidos para agruparse en el inmenso círculo y zonas adyacentes. Las herraduras de los caballos golpean los cantos ... (ver texto completo)
Un año más cuando comienza a rayar el sol por Valdeáguila, el repique de campanas hace que se lance en vuelo la cigüeña. En pocos días partirán hacia tierras lejanas. Con un brillo especial el sol, saluda a la silueta de las edificaciones de El Piñero. También a los madrugadores que hacen teñir las campanas anunciando la celebración de la festividad de Santa María Magdalena. Ya en lo alto el sol, y la cigüeña en su nido. Serán testigos de la procesión en honor a la patrona. Al dar la vuelta a la ... (ver texto completo)
Los toritos vienen los toritos van, los toritos marchan por el Arenal.
El agua del Montoya lava y refresca las pezuñas de los toros cuando lo cruzan en su marcha hacia el Arenal. Los caballos llevando sobre la grupa su jinetes pisan con más agresividad sobre el agua mansa cristalina y fresca. Los silbidos y las voces de los vaqueros en el amplio arenal y la sombra de los chopos de las huertas de ambos lados ayudan a que los toros se detengan. Hay una circunstancia añadida. En aquellos tiempos una ... (ver texto completo)
Un año más cuando comienza a rayar el sol por Valdeáguila, el repique de campanas hace que se lance en vuelo la cigüeña. En pocos días partirán hacia tierras lejanas. Con un brillo especial el sol, saluda a la silueta de las edificaciones de El Piñero. También a los madrugadores que hacen teñir las campanas anunciando la celebración de la festividad de Santa María Magdalena. Ya en lo alto el sol, y la cigüeña en su nido. Serán testigos de la procesión en honor a la patrona. Al dar la vuelta a la ... (ver texto completo)
Encabezando la marcha el cabestro rojo granizado, comenzaba el último encierro de los Sanfermines dos mil veinticinco. Le seguían los seis Miuras. tres de ellos cardenós oscuro. De los tres que restan. Uno cardeno claro, otro sardo y uno más cárdeno chorreado. Los otros tres mansos que arropaban la manada, berrendos capirotes en rojo y calzados. Uno de ellos caricano y otro estrellado. La nobleza de los miuras en la carrera no desdice la casta que llevan dentro y el peligro que entraña su presencia en el ruedo por la tarde. Todos cruzaron el ruedo hacia los chiqueros de la plaza. Cerrándose el último capítulo de los encierros en Pamplona por este año. Los que están por allí, que canten el pobre de mí. Los no asistentes esperaremos al año que viene para poder contemplar los encierros vía Internet ... (ver texto completo)
Las eras, aquellas que en otros tiempos al caer la tarde olían a polvo de paja de cebada triturada después de toda una tarde dando vueltas con el trillo sobre la parva. Bajo un sol que no quiere perderse el momento de doblegar los campos bajo su poder. Las yuntas de mulas a paso cansino sueñan con que termine la tarde y el sol se vaya allá donde se va todas las tardes. Que ya volverá al día siguiente y las encontrará de nuevo con distintos yugo, pero con la mismas colleras. No en la era, quizás en ... (ver texto completo)
Cuando doblan las campanas la gente se pregunta, por quién. Era allá por finales de los sesenta o primeros meses del setenta del siglo pasado. Se corrió la voz en el pueblo que había nuevo alcalde. Creo que era el verano del setente y uno, después de una noche de protestas de los mozos para pedir toros. Las protestas se realizaron por la torre y aledaños de la casa del alcalde. Damnificado de aquella algarada fue el destrozo de un viejo trillo de un vecino. Aquellos jóvenes exaltados creyeron necesario ... (ver texto completo)
vientodel tu que eres un gran experto en toros quizás puedas decirme en que año o fechas se celebró por primera vez las fiestas de el piñero con toros
Gracias por sus palabras. Desconozco lo que me pregunta. Algunas veces en esta página escribe un buen historiador.
Cuándo se toma un buen vino hay que fijarse en los matices. Toreando Morantes todos son matices. Intentaré destacar algunos: El desmayo con el que deja la muleta al dar el pase. En el quite que hizo a un banderillero cuando estaba tomando un buchito de agua. Sin soltar el vaso. Manteniéndolo, no derramando ni una gota al recortar al toro, para salvar al banderillero del peligro. En el hay la conjunción de cuatro cosas. Valor, arte, torería, y la más importante. Siendo el número uno, ser un compañero ... (ver texto completo)
En estos días cada tarde se puede ver quien lo desee, lo que acontece en la Monumental de Las Ventas. No todas pero sí bastantes de esas tardes, Florito tiene la encomienda con su parada de cabestros de devolver algún toro a los cordales. El trabajo que hace la Bueyada a sus órdenes es de excelente ejecución. Los animales bellos de estampa, quizás con algún kilo de más que no por de ello pierden belleza. Pero si esbeltez. Pido disculpas por mi atrevimiento al poner algún pero al excelente trabajo ... (ver texto completo)
Ya tenemos Papa:
Tiene cara de esa buena persona que a veces te encuentras por la calle. Aparte de tener cara de bueno que lo sea, y no guarden rencor a ningún país aunque no sea de su agrado. Como el antecesor. Quizás San Pedro le haya pedido explicaciones por la tirria que le tenía a España. Allá se las entienda.
No solo vale con predicar e ir repartiendo bendiciones. También tienen que ir acompañadas de fe y de buenas obras.
A nivel global, esperemos que este Papa tenga un buen entendimiento ... (ver texto completo)
Noches de dolor y recogimiento. En Málaga, espectacular el Cristo de los Legionarios. La Virgen de la Macarena, en Sevilla, entre cirios y grandeza. Zamora, la bien cercada, recibe el día de Viernes Santo con el baile del Cinco de Copas, cuando la gente todavía siente en su mente el cántico del Miserere. En un pueblo perdido, quizás este, el nuestro, es larga y silenciosa la noche. En un altar, la Virgen del Rosario, con su manto negro. En otro, es la Virgen de los Dolores que llora, teniendo en ... (ver texto completo)
Jamás me cansaré de repetirle, que se supera usted en cada uno de sus escritos, su capacidad, y sensibilidad extrema, consigue que el lector se extremezca.
Gracias por sus palabras.
Rúas, calles y avenidas esperan que llegue la noche para sentir, sobre su suelo, el paso de Jesús crucificado. Larga noche que, por intricadas cuestas y revueltas, pasará el sin pecado, con la cara ensangrentada. La gente verá que es por la corona de espinas. Pobres gentes, que, unos llevando a hombros al Cristo crucificado, creen ayudarle en el dolor; otros esconden sus pesares detrás de una túnica con capirote. Los que contemplan los pasos procesionales se unen y sienten suyo el dolor del Cristo ... (ver texto completo)
El abuelo estaba sentado en el pollo de la puerta; a un lado, su nieto jugaba. El niño hacía partícipe al abuelo de sus juegos: le enseñaba un trocito de madera y alguna que otra cosita más que utilizaba para jugar. Después de un rato, el niño le dijo al abuelo que le contara un cuento. El abuelo guardó silencio un par de minutos. El niño, que se había sentado en el suelo, lo esperaba mirándolo; luego, el abuelo comenzó.
—Un día, por estas fechas, nació la primavera.
— ¿Dónde nació? —preguntó el ... (ver texto completo)
Esperemos qué de lo sucedido esta tarde en El Piñero no se enteren los que están siempre con la monserga del cambio climático. Se ha celebrado una reunión muy importante sobre el clima y estos tiempos que corren. Ha habido representación de varios sectores con intereses distintos. Como en todos casos cada Santo pide para su altar. Se ha debatido. Algunos y por qué no decirlo algunas, en el acaloramiento del tema estrella que se trataba, ha habido unas voces más altas que otras. Esperemos que solo ... (ver texto completo)
EL PIMIENTERO TERCERA PARTE: Dijo el pimientero mientras recibía golpes sin duelo. -Sabes que eso no va a pasar, aunque quizás ya no me oigas pimientero. Dijo el bandido. El pimientero cayó del carro como fue su vida, entre pimiento. Sin sentido yace en el suelo, llenando los pulmones de polvo del camino y de pimiento. Los bandidos primero le roban el dinero, sueltan la mula allí queda el carro los arreos y algunos sacos de pimiento desparramado. El bandido sin antifaz, pisa y golpea el cuerpo del ... (ver texto completo)
EL PIMIENTERO SEGUNDA PARTE Que le van siguiendo. El pimientero apenas ve el camino pero nota algo extraño en el comportamiento de la mula. La arrea, para llegar cuanto antes al siguiente pueblo. Está comenzando a sentir miedo el pimientero. Solo ve la sombras de los pinos y encinas en la noche. La intranquilidad de la mula le dice que le van siguiendo. La mula arranca al trote pues urge llegar a un pueblo. Al carro lo detienen, dos hombres se abalanzan sobre el pimientero que intenta escapar sin ... (ver texto completo)
Debía ser noviembre o quizás primeros días de diciembre. Por un camino angosto va el pimientero con su carro, la mula enganchada a las varas más de la mitad de la mercancía vendida. De aquí en adelante para la mula será más suave el camino. Pues los sacos llenos del preciado polvo del pimiento son ya escasos, por kilos y picas fueron quedando en las cocinas de los pueblos. Esperando el momento para componer la comida y el día de la matanza ser parte fundamental para hacer los chorizos y el adobo. ... (ver texto completo)
Por los reyes comenzaban los bueyes a sentir como se alargaban los días. Llegó San Sebastián y lo notaba el gañán. Supongo que ya habrán venido las cigüeñas, pues también pasó San Blas. Los almendros fieles a ser los primeros con sus flores, nos dicen que miremos hacia adelante para ver llegar la primavera. Ningún caminante hizo un largo camino, si se paraba a mirar hacia atrás.
Hace unos días dejó este mundo el último y el eterno maletilla. Sus casi cien años no le permitían ir a las capeas, su mente no dejó de estar en ellas, soñando los muletazos quedaría. Tomó su último viaje con la muleta al hombro, y el ánimo desenfadado. "Descanse en Paz" Allá en el Reino de los Cielos, de los toreros. Sonó un golpe de timbal, los clarines rasgaron el silencio. Los maletillas que alcanzaron la gloria se pusieron firmes haciendo un pasillo para que entrara el más legendario y longevo ... (ver texto completo)
Excelente, imposible expresarlo mejor.
Gracias. Me alegra saber que se le pasó su enojo y a seguido respirando.
Mi más sentido pésame por los fallecidos en la Comunidad de Valencia por la Dana. Señor Felipe VI Usted es el rey y aguantó el tipo el otro día. Las ratas se fueron. Se imagina usted a un general que fuera a una batalla sin el ejercito. Qué suerte tuvo que no le dieron una manta de bofetadas con la mano abierta. Las hostias a puño cerrado, solo se le dan a los tíos de verdad. Además del Rey es usted Capitán General del Ejército español. Póngase el fajín y vaya con todos los medios necesarios del ... (ver texto completo)
Cuando caen las hojas, los cosos taurinos van dando el cerrojazo. Silencioso espera el albero a que pase el invierno para volver a ser pisado por los toreros. La recia madera del burladero impasible ve pasar el tiempo. Lo mismo aguanta el derrote de un toro al salir de chequeros, que siente las cálidas patitas de un jilguero posarse una tarde de invierno. Los timbales guardados están. El timbalero acaricia las baquetas, los días de invierno. Con pena guarda en una caja los trastes de torear, aquel ... (ver texto completo)
olé, ole, y ole, solo así puede escribir alguien crecido, en el vientre del piñero, mis felicitaciones, es usted asombroso vientodel.
Entiendo que sus palabra son con el fin de alagarme. Doy por hecho que no me conoce lo suficiente para darse cuenta, que no debió decir cierta expresión.
ALFILERES DE COLORES esta canción seguro que no fue creada para escenificarla en El Piñero. En este caso lo voy a intentar. Vayamos detrás de la Iglesia y con la imaginación a los años setenta. El paisaje debe de ser del primer domingo de octubre. Los chopos de la orilla del Montoya tomados de color amarillento. En procesión la Virgen del Rosario que llega a la parte de atrás de la Iglesia, pasando por delante de la casa parroquial. El viento del otoño mece el manto de la Virgen. En su cabeza prendido, ... (ver texto completo)
Con los cables del tendido eléctrico en algunos sitios llenos de golondrina y aviones, a la espera de las tímidas aguas. Se despidió el verano, llegando el otoño y las escasas lluvias. Que ya sabemos que le cuesta llover. Después del agua el sol y con el sol, la explosión de las hormigas reinas expulsadas de sus hormigueros. Festín extraordinario para que golondrina y aviones emprendan el camino hacia donde pasan el invierno. Aquí quedan en los aleros de los tejados sus nidos a la espera de la próxima ... (ver texto completo)
Dice la canción: Era tan poco en la vida, tampoco que nada era. Allí no había ni clarines ni mujeres ataviadas con manton de Manila. Estaban en la noche el campo, las Encinas, el toro colorao, y enfrente un niño muy hombre que le late el corazón desbocado. En su mente, un montón de sueños y ganas de pisar el albero. Testificando, abajo el silencio y en lo alto la luna llena. El muchacho cita al toro de frente. Como se hacen las cosas de verdad. No le teme a nada, ni a la muerte que está acomodada ... (ver texto completo)
Escuchando la canción las campanas de Linares, interpretada por el número uno de ese género Rafael Farina. Me hace sentir miedo al pensar que dormía la muerte en las astas del toro Islero. Esperando el encuentro para hincarse en el cuerpo del monstruo de los toreros. En ese momento comienza la agonía y la leyenda del torero. También la del Toro Islero. Las horas tenían que transcurrir lentas y agónicas, que fuera ganando la batalla en silencio la muerte, que se desprendió jubilosa de las astas del ... (ver texto completo)
Se puede observar paseando por las calles de algunas ciudades. Hombres digamos de unos treinta a cuarenta y cinco años. con un perro de la mano. Qué tiempos aquellos cuando solo eran las señoritas las que se hacían acompañar de un perrito. Decíase para que le ladrara. Estos perros de compañía, suelen ser de tamaño medio a grande. Según veo, con una particularidad. Están capados. Me pregunto yo que poco entiendo de estas cosas. Es una prolongación del que mantiene la correa. En el rango siguiente ... (ver texto completo)
En chiqueros distintos van sin saber donde. Rumiando o al menos recordando los días de primavera junto al del chiquero de al lado. El de pelaje castaño desmaído baja la testa y roza con los cuernos en las tablas del cajón donde se encuentra, quisiera sentirse libre como en los días de primavera. Poder escrutar en el viento el olor de las hembras. Medir sus cuernos con sus hermanos, sobre todo con el jabonero, que quedó en la dehesa. A espaldas del Monruelo el ruido infernal de los motores. El camión ... (ver texto completo)
Vuelve rico a su riqueza, vuelve el pobre a su pobreza, y el señor cura a su... al señor cura lo dejaremos no sea que nos dé otro sermón. Dice el refrán: "La oración corta y devota" atrás quedan los festejos, intensos y necesarios para el espíritu de el pueblo y de sus pobladores. Días de jolgorio y algarabía a ritmo de charanga con vaso de limonada en la mano, brillo en la cara y amplia sonrisa. Como viene siendo costumbre, excelente armonía entre las peñas de los incipientes mozos, mozos consolidados, ... (ver texto completo)
El agua del arroyuelo baja mansa, se podría decir en silencio. Aunque si nos detenemos a escuchar cuando envuelve los guijarros y los juncos de la orilla, se le puede oír una leve risa. Suave risa como las puestas del sol en primavera. Suave pero intensa, como los amaneceres en la estación cuando más flores saludan al sol. Los juncos de al lado del riachuelo, parece que se doblan con el tiempo. Quizás sea que quieren escuchar mejor la risa del agua. La frondosa hierba de la orilla siempre se doma ... (ver texto completo)
En estos días de primavera y principios del verano, estando por el campo y sin estar en el también. Se puede uno encontra con una culebra. Puede resultar desagradable, pero con dejarla marchar vale. El problema es si es una víbora. Supongamos que esta escondida entre piedras. Al sonido de las pisadas, no siempre va a salí. Cuando sale, va a tirar hacer el daño. Es decir el mordisco y se refugiara de nuevo, entre las piedras. No dando lugar a poder ser vista, ni al que atacó defenderse. Aunque escasas, ... (ver texto completo)
En Orihuela y en mi pueblo, quién no se paró a mirar a un hortelano. En su día detenido en el camino, para contemplar el trabajo y la fatiga. Ahora el terreno que labraba, vestido de maleza. Campos donde lloran las amapolas, por ver aquel camino polvoriento cubierto de espineras. Yaciendo en el suelo de aquel huerto, los esqueletos de rosales y frutales. Oxidada noria que reposa, alla donde ni siquiera anidan los gorriones. Alimentando con el agua clara de la noria, surcos donde crecían plantas verdes ... (ver texto completo)
Motivación por escuchar la canción Elegía. Poema de Miguel Hernández. (Mis respetos hacia ellos)
En Orihuela y en mi pueblo, quién no se paró a mirar a un hortelano. En su día detenido en el camino, para contemplar el trabajo y la fatiga. Ahora el terreno que labraba, vestido de maleza. Campos donde lloran las amapolas, por ver aquel camino polvoriento cubierto de espineras. Yaciendo en el suelo de aquel huerto, los esqueletos de rosales y frutales. Oxidada noria que reposa, alla donde ni siquiera anidan los gorriones. Alimentando con el agua clara de la noria, surcos donde crecían plantas verdes ... (ver texto completo)
Cada día un poquito más largas son las tardes, y más madrugador el sol por las mañanas. En las orillas del Montoya crece la hierba, abrazando los troncos de los chopos y de los Álamos. Permitiendo estar debidamente oculto el nido de un ruiseñor, al lado de un joven olmo. En su nido ya hay dos huevos. No lejos de allí en un zarzal, la urraca está incubando. Al amanecer es el ruiseñor el que canta, también los gorriones cantan en la espinera y el mirlo mientras recorre el cauce del Talanda. Cuando ... (ver texto completo)
En este rinconcito de España tenemos un buen día de primavera. Desconozco como será el día en la extensa Argentina, es irrelevante. Pues lo que quiero es mandarle un abrazo aquellos familiares que están allá en la lejanía. También un saludo a todo el pueblo Argentino, incluido su presidente. Hoy poquito más que contar. Añadir que en los campos de este rinconcito sigue floreciendo las amapolas. En los Almendros, los almendrucos ya sueñan con ser almendras. Las encinas están en flor.
" Mis saludos ... (ver texto completo)
Canta El Lebrijano, con la orquesta Andalusí de Tánger. Dame la libertad. Para que se quiere la libertad de los mares o las marismas. Si, se puede ser libre como el viento, que peinan las ramas de los pinos del Monruelo. Después de haber pasado por Corre Caballos, los Quemaos, la Peguera, la Muñequina. Viento mezclado con el aroma del tomillo del Montico. Zigzagueando, por Las Gabias, sintiendo el olor de las amapolas. Aire que juega con las aspas del molino de viento. Con respeto, roza las paredes ... (ver texto completo)
La vida es un camino, que cada cual lo comienza un día. Vicisitudes le esperan, en el camino de la vida. Con sus dichas y alegrías. Miedos, aveces infundados. Van surgiendo en el camino de la vida. Con tristeza algunos días. También días de esperanza. Días y días, que van formando una vida. Con coraje y confianza en uno mismo, se consigue hacer el camino. El destino, marca el camino. El caminante, anda el camino. Nunca un camino cómodo llegó a lo bello del camino. En camino agreste y con encrucijadas, ... (ver texto completo)
Gracias, a las personas que me dan un positivo y elogios alentadores. Gracias. No es menos importante, la opinión de aquellos que quitan los positivos. Gracias. Por su actitud se entiende, que se debe mejorar. Gracias a todos.
El viento azota las espadaña de la iglesia. La Veleta se mueve inquieta, ante el ventarrón. Los nubarrones pasan, dejando escasas gotas de lluvia. Dentro de la nave del templo, se escucha el silbido del viento. Que roza con agresividad las campanas. Los canceles cerrados, parecen custodiar a las silenciosas imágenes. Que estáticas, dejan que pase el tiempo. Diferente es la imagen del Cristo de los legionarios. Por aquellos lares, en Málaga. Al son, de la canción que se creara para la cabaretera. ... (ver texto completo)
Qué sentirán las aguas del Montoya, cuando bajan de los prados de arriba. Pasan entre huertos, hasta llegar a la pradera. Luego, cruzan por debajo del puente, y escuchan el eco de su canción. Para adentrarse entre los chopos, álamos y olmos, que contemplan el paso del agua. Le dan sombra y frescura. Seguirán despacio, hasta algo asustadizas. Para perderse en el río. Quizás vayan juntas diciendo, que a gusto vamos. En el silencio de la noche se abandonan y sueñan. Desean volver a sentir, lo que sintieron. ... (ver texto completo)
Triunfador es usted en todos sus escritos, escuchar esa canción te deja un suspiro entre cortado.
Muchas gracias, persona alagadora. Una pregunta, o "preguntita" Sabe usted, si sus buenas palabra, en el supuesto que reporten algún beneficio económico. Hay que declararlo a Hacienda.
En estos días estámos asistiendo a un despertar de las gentes del campo. Estas gentes recias y trabajadoras, han iniciado unas protestas con un cierto desorden. Poco a poco se van organizando, poniendo un punto de orden al desorden. Un lazo de unión podia ser, la música. Hay una canción, que habla de la madre Tierra, campos en barbecho. También, de campesinos triunfadores. Porque del triunfo de los campesinos, depende que comamos todos. La canción es "Paso de Vencedores" De María Dolores Pradera.
"El Pernales" Hombre y leyenda. Que forja más al hombre. El nombre, o el apellido. Punto y aparte es el apodo. Dicen que "El Pernales" era duro como el pedernal. Quién dice eso, no ha escuchado el romance del Pernales. Cantado por el Nuevo Mester de Juglaría. Todos llevamos un nombre y unos apellidos. El nombre nos lo ponen, tras algunas deliberaciones. El apellido lo heredamos de nuestros progenitores. A veces, los apellidos al igual que los apodos nos dicen de donde procedemos. No es lo mismo tener un nombre que otro, ni los apellidos. Son nuestras señas de identidad. Que carga hereditaria diferente puede imprimir el apellido. Montes, Del Prado, Laflor. En nombre. Juan, Miguel, Olmo. Quién sería, y por qué le pondrían aquella primera persona, el apellido o quizás apodo Laflor. Qué motivos tendrían para el apodo "Pernales" Qué carácter le imprimiría, a alguien llamado Olmo Riquet Laflor. Apodo... Cual le vendría bien a esta persona ... (ver texto completo)
Te esconderé en la cajita que me ha regalado mi tía, así lo hizo. Metió al borriquito en la cajita y la puso en la mesilla al lado de su cama. A la hora de dormir le dijo a su mamá, que no mirara en la cajita, que había un secreto. No miraré, hasta que no deje de ser un secreto. Dijo su mamá. Vera, estaba quedándose dormida. Cuando escuchó unos golpezitos, en la cajita. Encendió la luz de la mesilla y la abrió. Hola Vera, cuando te duermas ¿Te gustaría tener solamente sueños bonitos? Preguntó la figurita. Sí claro, dijo la niña y añadió. Que algunas veces soñaba cosas feas, y me da miedo. Como me despierto llorando, tiene que venir mi mamá. Pues vamos a hacer una cosa, dijo el borriquito. Que cosa.
Preguntó Vera, que lo miraba expectante. Vaciamos las sandías que están en el serón, dentro de la caja. Con cuidado que no las rompamos. Luego me vuelves a poner el serón, y me dejas aquí en la mesilla. Al lado tuyo. Cuando estés dormida y vengan los sueños buenos. yo, dejaré que los tengas. ¿Y los que sean malos? Pregunto, la niña. Esos los cogeré y los meteré en el serón. Nunca más tendrás miedo en sueños, ni te despertarás llorando. Eso, eso. Dijo Verita. Nunca más tuvo sueños feos. Por las mañanas al despertar siempre miraba en el serón. Pues, tenía curiosidad por ver como era los sueños feos, metidos en un serón. Colorín, colorado, este cuento se ha acabado. ... (ver texto completo)