Para colocar la mantilla, se busca su centro y se coloca sobre el centro de la peineta y se deja por delante mantilla suficiente para que cubra la peineta y parte del pelo, o si es Viernes Santo, hay la costumbre de taparse todo el cabello. Se frunce un poco la mantilla que cae sobre el cabello.

Para el montaje de la peineta, debe introducirla sujetándola bien dentro del moño o coletas que estarán bien apretadas. Procurando que quede centrada y en vertical, nunca hacia delante.

Para el pelo corto, en la zona de la nuca se colocan tres pequeñas colas de caballo sujetas con gomillas bien apretadas, la mantilla luego las tapará.

Cómo se coloca:

Poner de base un moño, que sea compacto y no sobresalga mucho por encima de la nuca.

Los zapatos de corte salón o similares son los más acertados. ¡Precaución las amantes de los stilettos!

Las manos, que antiguamente portaban el misal, pueden ir cubiertas con guantes y acompañadas por un rosario y un pequeño bolso, cartera o limosnera.

Siempre buscando la elegancia pero no la extravagancia, se deben evitar escotes y joyas exageradas.
El conjunto se acompañará con joyas sencillas, de colores discretos, como el oro, la plata o el azabache.

Los largos de las faldas y las profundidades de los escotes, que antaño tuvieron tanta importancia, hoy los podemos ver para todos los gustos, aunque lo más acertado será no excederse cortando tela... Las piernas con medias, pero no muy tupidas.

La tradición marca que se debe llevar vestido negro, mejor de una pieza, y que cubra en gran parte los brazos. El largo de la falda nunca por encima de la rodilla. La peineta y la mantilla deben ser negras y más o menos largas, según el gusto de cada una, y con un broche en la parte posterior. La medias negras y los zapatos negros, estilo salón y de medio tacón. En las manos se suelen llevar guantes junto a un misal o rosario.

Este tipo de mantilla requiere combinarla con un vestido negro, con manga larga o tres cuartos.

En un principio se alternaba el uso de la mantilla blanca (jueves Santo) y negra (viernes Santo), en la actualidad se suele generalizar el uso de la de color negro para los dos días, reservando la de color blanco para al Domingo de Resurrección.

En Semana Santa las mujeres acompañan a los pasos vestidas con mantilla negra. Dejan entrever parte de su cabello que puede ir hacia atrás o hacia un lado, marcando unas ondas al agua. Mientras que el Viernes Santo, la mantilla debe cubrir completamente el pelo en señal de luto, hasta el Domingo de Resurrección, donde ya se puede usar la mantilla blanca.

En el siglo XVII empiezan a usarse las mantillas de encaje como se aprecia en algunos retratos femeninos de Velázquez, formando parte del guardarropa de algunas mujeres elegantes y damas de alta condición social, sustituyendo las mantillas de paño y seda usadas casi exclusivamente hasta entonces por las mujeres de pueblo, por estas de encaje. Si bien su uso generalizado no fue hasta entrado el siglo XVIII. La mantilla es una prenda tradicionalmente española y ninguna otra nación la lleva en su vestimenta ... (ver texto completo)

mantilla española para semana santa

si procede. Que ustedes descansen y yo tambien.

Saludos

Paloma, Palomita de la Puna,
mira que no te roben tu fortuna,
esa que con descuido
olvidas en el nido:
un rayito de sol y otro de luna.

Un Gallo a una Gallina preguntó:
¿Cocorocó? ¿Cocorocó cocó?
la Gallina, indecisa, primero
le dio risa,
pero después le contestó que no.

Si cualquier día vemos una Foca
que junta margaritas con la boca,
que fuma y habla sola
y escribe con la cola, llamemos al
doctor: la Foca es loca.

Un gato concertista toca Liszt,
una lechuza va y le dice: -Chist,
me aburres por demás,
cambia ya de compás
que tengo ganas de bailar el twist.

ZOO LOCO (María Elena Walsh)

Una vaca que come con cuchara
y que tiene un reloj en vez de cara,
que vuela y habla inglés,
sin duda alguna es
una vaca rarísima, muy rara.

¿Qué deseo, qué no deseo,
por el río y por la mar?

(Cuatro pájaros sin rumbo
en el alto chopo están.)

FEDERICO GARCÍA LORCA

Chopo, y tú ¿qué harás?

No quiero decirte nada.
Yo..., ¡temblar!

Mar, ¿adónde vas?
Río arriba voy buscando
fuente donde descansar.

Agua, ¿dónde vas?

Riyendo voy por el río
a las orillas del mar.

agua, ¿dónde vas?

Lo mejor que se puede hacer al llegar es cumplir y visitar a la familia, co tranquilidad y luego a las tareas limpieza, compras y luego fiesta.

RECESO. La cena... sin huevos.

pa la cena se entiende, no pa otra cosa.
Un saludo

Lo mejor que se puede hacer al llegar es cumplir y visitar a la familia, co tranquilidad y luego a las tareas limpieza, compras y luego fiesta.

RECESO. La cena... sin huevos.

Mal asunto, cuando no hay huevos......

¡Vendo la nieve, la llama
Y el canto del pregonero!

¡El amarillo lucero
cogido a la verde rama
del celeste duraznero!

¡Vendo los cirros morados
y rosas, las alboradas,
los crepúsculos dorados!

PREGÓN

¡Vendo nubes de colores:
las redondas, coloradas,
para endulzar los calores!

Vaya que representación de los años 50-60, a ver si algien conoce y dice quien son. Sino que arm seguro que nos dirá.
Un saludo arm.

... Buenas noches Jose luis, los nombres que nos olvidaan los nevados que resulta que son casi primos nuestros. Lo que a costado saberlo.

Buenas Paco, como digo yo haí en el pueblo, como en otros muchos, sois todos primos, cuando no es por un lado lo es por un costado. Que tiempo teneis por hay?

¡Que importan males o bienes! Para mí todos son bienes.
El rosal no tiene espinas: para mí sólo da rosas.
¿Rosas de pasión?‚ ¡Que importa! Rosas de celeste esencia,
purpúreas como la sangre que vertiste por nosotros,
oh Cristo!

Amado Nervo

En vano busco en los hondos escondrijos de mi ser
para encontrar algún odio: nadie puede herirme ya
sino de piedad y amor. Todos son yo, yo soy todos,
¡oh Cristo!

Ya no hay un dolor humano que no sea mi dolor;
ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustia
sin que yo me angustie y llore;
ya mi corazón es lámpara fiel de todas las vigilias,
¡oh Cristo!

¡Oh Cristo!

este equilibrio humano
de los dos mandamientos…
sencilla, sencilla…

y decididamente rectos:
los brazos en abrazo hacia la tierra,
el astil disparándose a los cielos.
Que no haya un solo adorno
que distraiga este gesto:

Una Cruz sencilla

Hazme una cruz sencilla,
carpintero…
sin añadidos
ni ornamentos…
que se vean desnudos
los maderos,
desnudos

Me lo robó la muerte
... y no me queda más que mi dolor.
Acéptalo, Señor;
¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte!...

Amado Nervo

Ofertorio

De la amada inmóvil

Dios mío, yo te ofrezco mi dolor:
¡Es todo lo que puedo ofrecerte!
Tú me diste un amor, un solo amor,
¡un gran amor!

y fresco naranjo del patio querido,
del campo risueño y el huerto soñado,
siempre en mi recuerdo maduro o florido
de frondas y aromas y frutos cargado!

Antonio Machado

¡Gloria de los huertos, árbol limonero,
que enciendes los frutos de pálido oro,
y alumbras del negro cipresal austero
las quietas plegarias erguidas en coro;

De los claros bosques de la Andalucía,
¿quién os trajo a esta castellana tierra
que barren los vientos de la adusta sierra,
hijos de los campos de la tierra mía?

Pobre limonero de fruto amarillo
cual pomo pulido de pálida cera,
¡qué pena mirarte, mísero arbolillo
criado en mezquino tonel de madera!

A un naranjo y a un limonero

Naranjo en maceta, ¡qué triste es tu suerte!
Medrosas tiritan tus hojas menguadas.
Naranjo en la corte, ¡qué pena da verte
con tus naranjitas secas y arrugadas!.

Aquí se ven bien los pájaros, eso sí volando!

Mira que guapas van con las mantillas! Mia ve un saludo!

Mira como andaba cerca la señora. Que caballeroso Agustín ofreciendo el ramo a la señora.