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Mensajes de MEMBRIO (Cáceres) enviados por José Luis Bernal:

ADP, dinos algo de esta escultura, si no pa que la hemos puesto!
Únicamente entonces es posible dar origen a un mundo diferente,
a una cultura y una sociedad diferentes
donde puede existir la felicidad."

-Krisnamurti-
Viendo todo eso, surge inevitablemente la pregunta:
¿Es posible originar de inmediato ese estado de la mente libre de influencias,
EL cual no puede ser afectado por su propia experiencia
ni por la experiencia de otros,
ese estado de la mente incorruptible, sola?
¿No es, acaso, importante descubrir,
ver todo el significado de la interferencia, de la influencia,
ver la afirmación del «yo»,
que es lo opuesto de lo anónimo?
de lo que dice el Bagavad Gita o los Upanishads o la Biblia
Su mente jamás está sola.
Ese hombre nunca camina solo,
sino que siempre lo hace con un acompañante,
el acompañante de sus ideas.
que tiene que haber una rebelión contra el conformismo,
contra la respetabilidad,
porque el hombre respetable es el hombre mediocre,
debido a que siempre desea algo; para su felicidad depende de la influencia,
o de lo que piensa su prójimo, su gurú,
¿no tiene que haber una mente que sea por completo anónima
y que, por lo tanto, esté creativamente sola?
Esto implica, ¿no es así?,
Si hemos de crear un mundo nuevo, una nueva civilización,
un arte nuevo, no contaminado por la tradición, el miedo,
las ambiciones, si hemos de originar juntos
una nueva sociedad en la que no existan el «tú» y el «yo»,
sino lo nuestro,
El estres o la calma no están fuera de tí,
están en tu interior.
Elige la calma que brota de la fe, la aceptación y la comprensión.
La calma llega con vivencias de oración y meditación, y escuchando música relajante con frecuencia.
El estres se vence con compromisos de servicio social.
El servicio es siempre fuente de paz y alegría.
Otras se lastiman inmensamente al mirar solo el lado oscuro de la existencia.
Necesitan apreciar todo lo bueno, pensar en lo positivo y ganar serenidad
y motivación con experiencias sanadoras de perdón.
El estres está en la carga negativa que acumulan las personas día tras día.
Es triste ver a muchas personas haciendose daño con rencores persistentes, mientras se repiten sin cesar:
"No puedo perdonar", y peor aun "No quiero perdonar".
Uno no deja de reír por hacerse viejo,

se hace uno viejo por dejar de reír.
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.
Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Madre. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza."
Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.
El aguador, apesadumbrado, le dijo compasivamente:

"Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino."
Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole:

"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir."
Durante dos años completos esto fue así diariamente; desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía eficaz para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.
Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón; pero cuando llegaba, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua.
LA VASIJA AGRIETADA (relato hindú)
Cuando llegábamos a casa, cocía las castañas y nos las comíamos con leche. Manjar de dioses, de verdad, no puedo encontrar otra palabra que describa mejor el sabor de aquellas castañas, al calor de la cocina de carbón y el amor de mi "guela".

Relato de http://trasonasiempre. blogspot. com. es
Los últimos días de Septiembre y los primeros de Octubre, por la tarde,íbamos a recoger castañas y avellanas mi "guela" y yo. Casi siempre me llevaba con ella, a donde fuera, al monte a recoger castañas, a la plaza los lunes, a visitar a sus hermanas, al cementerio a llevar flores a mi "guelo"..... fue una gran mujer y la mejor abuela.
pero ellas erre que erre, no había forma de convencerlas, ni poniendo un huevo de madera que mi madre tenía para coser calcetines y que sacábamos a escondidas y devolvíamos al costurero después de la lección. No aprendieron nunca y no fue por que no insistiéramos, es que eran muy cabezotas.
Ellas paseaban todo el día, picoteando y picoteando, pero ponían los huevos donde las pillaba. Al anochecer las metia en el gallinero, nosotros (los hijos de la vecina, mis hermanos y yo) buscábamos los huevos y hacíamos nidos de hierba seca al lado de un enorme árbol de laurel para que las pobres gallinas tuvieran un sitio calentito donde poner huevos, intentamos enseñarlas... muchas veces;
La pota (cazuela) en la chapa toda la mañana, chuppss, chupps.... Nada de olla expres, horas y horas de cocción. Y el pollo estaba.... con esa salsa gelatinosa que te chupabas los dedos.
Mi vecina tenia gallinas que soltaba "pol prau" para que comieran, así salía más barato alimentarlas.
En mi casa éramos seis, así que había que escoger muchas puñeteras lentejas, que por cierto, a mi no me gustaban, ¡el olor me desagradaba y el sabor.... puagggg!
El trabajo que daba limpiar lentejas..... ¿y los pollos? había que desplumarlos en casa y esto requería mucha agua caliente y un buen rato de arrancar plumas. Tampoco el olor era agradable, pero merecía la pena el esfuerzo.
En la cocina era el lugar de la casa donde pasábamos más tiempo en el invierno, pues era donde más calor hacía. La mesa servia de escritorio, en ella hacíamos los deberes, jugábamos (al parchís, al ahorcado, a las cartas, al veo veo,...) escogíamos lentejas... ¿Veo caras de asombro?. ¿No recordaís que las lentejas se escogían una a una, esparcidas en la mesa y con los meñiques las empujabas hacía el recipiente que mantenías sujeto encima de las piernas?.
Lo malo de estas cocinas, la limpieza de la chapa, que fregábamos con arena y vinagre, que restregábamos y restregábamos... cuando todavía no se había enfriado del todo. O el tener que encenderla por la mañana para hacer el desayuno, que tenías que levantarte media hora antes. Pero sobre todo, que había que estar echando carbón cada poco tiempo para que no se apagara y poder mantener la casa caliente de día y de noche.
¡Vaya, parece que vendo cocinas!. Es que a mi esta cocina me gusta mucho, aunque también tiene sus desventajas.
En la casa de mi infancia había una que tenia un pequeño deposito de agua, (para tener agua caliente y aprovechar el calor) con una preciosa tapa de latón dorada.
Ultimamente estoy comprobando que se están poniendo en esos lugares de la casa llamados "bodega","merendero".... porque la comida hecha en este tipo de cocina sabe mejor y ademas calienta el recinto lo que la hace económica de verdad.
Tiene distintos nombres dependiendo del lugar, "cocina bilbaína"... o "cocina económica"... y ademas de para cocinar se utiliza como calefacción.
En Asturias se utiliza para atizarla, principalmente carbón. En Castilla es leña el combustible. Seguro que en muchas casas de España, sobre todo en los pueblos, se sigue usando este tipo de cocina.
LA COCINA DE CARBÓN

Ayer estaba viendo una página web y comentaban sobre sitios donde se podía comer bien y barato en Asturias. En muchos de los restaurantes que se mencionaban todavía se cocina en "cocina de carbón".
Pues si es así... ¡vamos a estar de capa caida! SALUDOS.
Se hará lo que se pueda, pero tiro a tiro y sin metralleta.....
¡Si ya has empezado como una "metralleta"...! Pero dando buenos consejos a las Damas de Mantillas". Los escotes... se llevan, "José Luis". Tampoco sabemos... si hay que lucir las mejores joyas. Al final es que... que no sabemos nada y lo mejor es callarse. En esta vida si te das cuentas "Jose Luis Bernal"... siempre habala el "mudo"... y en este caso somos nosotros (ADP). No cofundamos... que hay muy mala leche, ¡perdón!... si por lo menos sirvieran para torrijas que son las fechas. SALUDOS.
ADP, tengo que aprovechar el tiempo, si no no me cunde. En cuanto a los escotes y demás, cada uno hace de su capa un sayo, pero esto es lo que esige la norma y como dice Tasio, esto es lo que hay.
Un saludo.
Ya está bien "José Luis Bernal". Dejamos ésto en buenas manos... que aquí en la capital hay procesión... y nada menos que es la del "Cristo del Perdón". SALUDOS.
Saludos ADP, y que la disfrutes. Te adelanto que mañana y el miercoles voy a estar muy atareado con los preparativos para ir a Membrio y las clases de folklore, asi que tendre poco rato para el foro.
En definitiva, este adorno ha pervivido a través de los siglos como un signo de identidad de lo español frente a las modas extranjeras, y Sevilla en particular ha contribuido en gran manera al mantenimiento de esta singular y emblemática tradición.
Un hecho curioso es la dispensa papal por la que solamente las reinas de España pueden visitar al Santo Padre enteramente vestidas de blanco incluyendo la mantilla, tal y como pudimos ver a Doña Sofía en la ceremonia de entronización de Benedicto XVI.
Aún así las españolas han ido a misa con velo o mantilla siempre negro hasta la década de los cincuenta aproximadamente.
En el Romanticismo se impuso la mantilla blanca o negra y exclusivamente de encaje, también se extendió el uso de la peineta ya que las señoras se veían más favorecidas con ella. La reina Isabel II las lucía con frecuencia, al igual que la aristócrata española Doña Eugenia de Montijo, que llevó esta costumbre a Francia al casarse con el emperador Napoleón III en 1853. Paulatinamente el uso de este atavío fue decayendo ya que las damas de clase alta la sustituyeron por el sombrero, moda que acabó ... (ver texto completo)
Las mas económicas que he encontrado en las cartas de dote eran las de bayeta, su precio podía rondar los 10 reales, las de raso o seda estaban entre los 60 y 200 reales, pero sin duda las mas caras eran las de encaje de blonda francés, por ejemplo una mantilla de gasa negra a rayas guarnecida con blondas anchas de Francia costó 895 reales, una cifra verdaderamente elevada.
Para enriquecer la mantilla normalmente se guarnecía con encajes blancos o negros por lo que su precio se disparaba ya que la labor de los bolillos se realizaba exclusivamente a mano. Durante el siglo XVIII se produjo la gran eclosión del encaje, fue una moda que causó furor siendo los más apreciados las blondas francesas y los de Bruselas aunque también en España se elaboraban de gran calidad, sobre todo en Valencia y Cataluña. No solamente se guarnecían las mantillas con encaje sino también con ... (ver texto completo)
A mediados del siglo XVIII se impusieron los tonos pastel, típicos del Rococó como el rosa o el celeste y hacia 1790 se comenzó a tender hacia el blanco o el negro, siendo la muselina, tela de algodón muy liviana que provenía de La India, la gran protagonista.
Las damas con posibles tenían varias mantillas, y aunque nos parezca sorprendente, los colores de moda en la época eran intensos. Entre los mas comunes estaban los llamados carmesí, color de fuego, encarnado, color de ámbar y el verde. El efecto de las mujeres luciendo mantillas de tan vivos colores debía ser de lo mas llamativo.
Para su confección se utilizaban todo tipo de tejidos más o menos ricos dependiendo de la capacidad económica de su poseedora, desde vastos linos a finos paños y bayetas, pasando por la franela, la sarga, el tafetán, la gasa, el raso o la seda; a veces una misma prenda se confeccionaba con distintos tejidos uno para el anverso y otro para el reverso, por ejemplo mantillas de raso forradas de tafetán incluso de colores diferentes. Para sujetarla se usaban frecuentemente broches de plata.
En la actualidad es un atavío que ha quedado restringido a ocasiones especiales, pero hasta mediados del siglo XIX era una pieza básica en el ajuar de cualquier mujer española, que al menos tenía una. Su uso se generalizó desde el siglo XVI siendo extensivo a todas las clases sociales; junto al rosario y el abanico, la mantilla era un atuendo obligado para salir a la calle ya que solamente las solteras podían llevar la cabeza descubierta aunque lo normal era que también la usaran al igual que las ... (ver texto completo)
La costumbre femenina de cubrirse la cabeza viene de tiempos remotos. Las damas de Elche y Baza, esculturas íberas realizadas hacia el siglo VI a. C., lucen velo y peineta. La palabra mantilla procede de la voz “manto”, el diccionario de la Real Academia la define como: “Prenda de seda, blonda, lana u otro tejido, adornado a veces con tul o encaje que usan las mujeres para cubrirse la cabeza y los hombros en fiestas y actos solemnes”.
La mantilla española
En la parte posterior se hacen unos pliegues, no hay medidas predeterminadas, pero hay que procurar que quede ligero, no muy abultado, y sobre ellos colocamos el broche. También hay que cuidar de que ambos picos de la mantilla queden a la misma altura.