SOÑANDO CON BARACALDO
Aquel joven con diecisiete años estaba noche y día soñando con poderse marchar a trabajar a esa ciudad de Baracaldo, era el año de 1953, y en el mes de agosto a finales, el joven se dispuso a empezar su vida en aquel lugar donde tenía un hermano mayor y un primo. Tenía muy poco dinero para iniciar tan grande aventura, más su hermano le ayudo económicamente, para iniciar esa marcha sin problemas, Tuvieron que ir hasta Valladolid en el auto de línea de La Regional, Luego en esa ciudad se acercaron a la estación de ferrocarril, Campo Grande, donde consiguieron billetes para ir hasta Bilbao, Este joven llevaba soñando desde la edad de diez años, que se marchó su hermano a esa tierra vasca, y él quería seguir el mismo camino, en sus sueños veía el Mar Cantábrico, con sus olas que serian mayores que las que el Río Duero hace por Tordesillas, y en su cerebro sentía como aquellas chimeneas altas de Vizcaya soltaban fuego por sus bocas, Era una obsesión diaria, su padre obrero agrícola le animaba para seguir el camino de vivir dignamente, Cuando pisó en Bilbao sentía estremecimiento, era como poder lograr una salida a sus deseos de vivir en aquel lugar, de sentirse un emigrante con ganas de trabajar y poder ser feliz, este joven pronto estaba trabajando en las fundiciones de hierro de la Ría del Nervión, su mirada al horizonte entre la lluvia, le dejaba esos deseos de ser un humano de provecho, como así fue el resto de su vida, años después volvería a su lugar de nacimiento, en ese tiempo para que su esposa conociera aquel Valle donde la emigración hacía todo el mundo fue forzosa, ya solo le quedaban ciertos recuerdos, que le parecían imposibles de volver a vivir, allí visito el Cementerio, ya que sus raíces estaban allí descansando para la eternidad, Nunca más volvería en toda su vida a visitar aquel lugar de nacimiento. donde nadie le reconocía, ni sabían de que familia era. Solo sus sombras del pasado las tenía presentes. G X Cantalapiedra.
Aquel joven con diecisiete años estaba noche y día soñando con poderse marchar a trabajar a esa ciudad de Baracaldo, era el año de 1953, y en el mes de agosto a finales, el joven se dispuso a empezar su vida en aquel lugar donde tenía un hermano mayor y un primo. Tenía muy poco dinero para iniciar tan grande aventura, más su hermano le ayudo económicamente, para iniciar esa marcha sin problemas, Tuvieron que ir hasta Valladolid en el auto de línea de La Regional, Luego en esa ciudad se acercaron a la estación de ferrocarril, Campo Grande, donde consiguieron billetes para ir hasta Bilbao, Este joven llevaba soñando desde la edad de diez años, que se marchó su hermano a esa tierra vasca, y él quería seguir el mismo camino, en sus sueños veía el Mar Cantábrico, con sus olas que serian mayores que las que el Río Duero hace por Tordesillas, y en su cerebro sentía como aquellas chimeneas altas de Vizcaya soltaban fuego por sus bocas, Era una obsesión diaria, su padre obrero agrícola le animaba para seguir el camino de vivir dignamente, Cuando pisó en Bilbao sentía estremecimiento, era como poder lograr una salida a sus deseos de vivir en aquel lugar, de sentirse un emigrante con ganas de trabajar y poder ser feliz, este joven pronto estaba trabajando en las fundiciones de hierro de la Ría del Nervión, su mirada al horizonte entre la lluvia, le dejaba esos deseos de ser un humano de provecho, como así fue el resto de su vida, años después volvería a su lugar de nacimiento, en ese tiempo para que su esposa conociera aquel Valle donde la emigración hacía todo el mundo fue forzosa, ya solo le quedaban ciertos recuerdos, que le parecían imposibles de volver a vivir, allí visito el Cementerio, ya que sus raíces estaban allí descansando para la eternidad, Nunca más volvería en toda su vida a visitar aquel lugar de nacimiento. donde nadie le reconocía, ni sabían de que familia era. Solo sus sombras del pasado las tenía presentes. G X Cantalapiedra.