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UJUE: El telón del respeto...

El telón del respeto
Arranca así la fila que, de uno en uno, van a conformar los devotos durante las siguientes cuatro horas. Entre ellos, el respeto es una palabra clave pero no se pronuncia, se sobrentiende. Entunicados y cubriendo sus rostros con el capillo, no cargan más que un báculo y un farol que alumbra su camino. A sus pies, guía el avance la línea del margen izquierdo de la carretera. Como telón de fondo, la noche oscura y una temperatura agradable para el paso. Para el oído, nada más distinto que el motor de algún vehículo de apoyo, el cantar de ciertos pájaros, ladridos y el sonido de los calzados contra el asfalto.
Simulando la silueta de un ciempiés que se mueve iluminado por sí mismo (apenas hay estrellas en el cielo), la penumbra se encarga de recoger sus rezos hasta la primera parada. Tres miembros de Cruz Roja Tafalla preparan allí un tentempié a base de agua, café y pastas. Llegan entonces los Doce, que se permiten cinco minutos de reposo y charlan a la 1.30 horas de la madrugada sobre el devenir de sus primeros 8 kilómetros. “Felicidades, hermano Velasco”, se le escucha al capellán. “Felicidades”, siguen todos, acercándose a uno de los participantes en la romería.
Los Doce están celebrando el momento más importante del año para su hermandad. Esta, que se denomina así en honor a los Apóstoles, queda lejos de los dieciséis varones que realmente regentan los puestos activos de la asociación. “Siempre puede fallar alguno para las actividades del resto del año, por eso contamos con más y no somos estrictamente doce”, confiesa Aitor Rodríguez el secretario.
Tras diez años dentro de esta junta, los miembros pasan a reconocerse como jubilados una vez cumplen ese tiempo. Esta antigüedad dentro de la hermandad es la que ordena sus pasos en el peregrinaje hasta Ujué. Los más veteranos viajan los primeros. Los jóvenes y recién incorporados van atrás. Dos jóvenes tafalleses se inician en la andadura este año. “Nunca nos falta el relevo generacional. Siempre hay chavales o hombres que quieren entrar a formar parte de los Doce”.

Se cree que esta romería se lleva a cabo el 1 de mayo en honor a que se trata del mes de la Virgen. Reconciliarse con Dios es uno de los fines principales de los hermanos. Hoy en día, suman un total de 86 miembros. “Nos une la fe. Somos de distinta condición e ideología, de distintas edades; pero tenemos en común ese sentimiento religioso; el hecho de vivir la espiritualidad de forma diferente”, explica Rodríguez.