Imagen nostálgica del bar Tomás, actualmente inexistente.
Tomás González era estañador, ponía cristales, herrador, agricultor, hortelano, bella y gran persona, tenía bar y además es el padre de los pinchos de patata de Ujué.
Recogemos esta foto del balcón de su local donde vemos algunos insignes juerguistas del ayer. Reconozco algunos más no a todos, se pide colaboración para identificar a estos ujuetarros; venga Javier Ugalde, anímate, tú eres uno de los que posan en esta foto, Victor Jurío Ibáñez es otro, Alejandro Burgui "paragüero" es otro, el fallecido "kimbo". del resto tengo mis dudas, "Tremendo" ¿?... Fijarse en el detalle del cartel CAFÉ-BAR CASA TOMÁS. Era muy curioso el sistema de comunicación del bar con la cocina, que estaba en el piso de arriba. simplemente dos embudos conectados por un tubo y un timbre. Se tocaba el timbre y se oía la voz de Tomás, "una fuente de patatas" e inmediatamente la fuente aparecía en la barra, rápidamente era devorada por los clientes de turno, acompañada por unos vinos bebidos en porrón. Posteriormente El buen Tomás regentó el Centro Parroquial y eran famosas las subastas de fuentes de pinchos de patata que hacía al final del día, la gente sabía de sus trucos y esperaba impaciente este momento.
Tomás González era estañador, ponía cristales, herrador, agricultor, hortelano, bella y gran persona, tenía bar y además es el padre de los pinchos de patata de Ujué.
Recogemos esta foto del balcón de su local donde vemos algunos insignes juerguistas del ayer. Reconozco algunos más no a todos, se pide colaboración para identificar a estos ujuetarros; venga Javier Ugalde, anímate, tú eres uno de los que posan en esta foto, Victor Jurío Ibáñez es otro, Alejandro Burgui "paragüero" es otro, el fallecido "kimbo". del resto tengo mis dudas, "Tremendo" ¿?... Fijarse en el detalle del cartel CAFÉ-BAR CASA TOMÁS. Era muy curioso el sistema de comunicación del bar con la cocina, que estaba en el piso de arriba. simplemente dos embudos conectados por un tubo y un timbre. Se tocaba el timbre y se oía la voz de Tomás, "una fuente de patatas" e inmediatamente la fuente aparecía en la barra, rápidamente era devorada por los clientes de turno, acompañada por unos vinos bebidos en porrón. Posteriormente El buen Tomás regentó el Centro Parroquial y eran famosas las subastas de fuentes de pinchos de patata que hacía al final del día, la gente sabía de sus trucos y esperaba impaciente este momento.
Consultados los eruditos del lugar me comunican que las dos personas que quedan por identificar son Alfonso Ibáñez Zapata (el de la visera) y Ramón Bustince Sola.
