FIESTAS DEL AYER CON VACAS BRAVAS.
Allá por los años 70, sobre 1975, se trajeron vaquillas en las fiestas de Ujué. Se corrían y recortaban en la Tahona, servía de corral el hueco existente entre dicho espacio y el antiguo edificio que había sido en su día cuartel de la Guardia Civil, posteriormente sería fábrica de embutidos y en la actualidad es la factoría de Pastas Urrutia. Aquello dejó huella, recuerdo como una res se escapó por el hueco que quedaba entre un remolque y la puerta que da a la carretera; el susto entre los espectadores fue de órdago a la grande. El ruedo no era muy amplio y las paredes donde se encaramaba la gente amenazaban ruina.
Años después se compró una vaquilla y se prohibió su suelta dentro de espacio público, pues no se había vallado y no cumplía la normativa vigente de aquellas fechas; se toreó en el corral de Jesús Clavería.
Aprovechando la manada que pastaba en término de Ujué, propiedad de Macua de Larraga, se decidió traer vaquillas en 1981, se descargaron en el Toril y se soltaban en la Plaza Mayor que había sido cercada con remolques para que el público se situase y al mismo tiempo impidiese la fuga de las reses. La imagen adjunta corresponde a esta etapa.
En 1982 se habilitó el corral de casa Isa, como toril y desde allí las vacas en encierro bajaban por la calle el "Morape" hasta las Plazas, había encierro; luego se iban soltando de una en una, se cerraba mediante una caleta la plaza Municipal a la altura de casa de la Sra Dionisia y se corría la res por la plaza Mayor, Menor y por el cobertizo de Tomás. Aquel año se dotó de vallas el tramo del recorrido con madera de pino proviniente de los pinares de Ujué, un poco rústico, pero hacía su papel.
El espectáculo taurino se repitió los años 83, 85, 86 y 87, pero dado el encarecimiento de la contratación del ganado, la normativa severa, director de lidia, personal sanitario vallado poco seguro..., se dejó de programar este espectáculo que tanta algarabía despertaba entre la población.
En los años en que hubo vaca bravas, se escapó una vaquilla entre los remolques situados a la altura del ayuntamiento, otra se desgarró el lomo en el gancho de un remolque y hubo que sacrificarla, pues la herida fue muy profunda; los ujuetarras comieron carne de vaquilla aquellas fiestas, pese a que este evento no se recogía en el programa festivo. (1986)
Algunos fueron cogidos y sufrieron percances, hubo quien saltó a la altura del matadero y se fracturó el brazo, quien se dio de bruces contra el duro suelo de la plaza Municipal, quedando inconsciente, quien fue embestido en el portal del bar Villar...
En fin, que todo esto ya es historia, forma parte del pasado, si lo narramos a nuestros jóvenes, seguramente no se lo creerán- Así fueron las fiestas de Ujué 30 años atrás con vaquillas.
Allá por los años 70, sobre 1975, se trajeron vaquillas en las fiestas de Ujué. Se corrían y recortaban en la Tahona, servía de corral el hueco existente entre dicho espacio y el antiguo edificio que había sido en su día cuartel de la Guardia Civil, posteriormente sería fábrica de embutidos y en la actualidad es la factoría de Pastas Urrutia. Aquello dejó huella, recuerdo como una res se escapó por el hueco que quedaba entre un remolque y la puerta que da a la carretera; el susto entre los espectadores fue de órdago a la grande. El ruedo no era muy amplio y las paredes donde se encaramaba la gente amenazaban ruina.
Años después se compró una vaquilla y se prohibió su suelta dentro de espacio público, pues no se había vallado y no cumplía la normativa vigente de aquellas fechas; se toreó en el corral de Jesús Clavería.
Aprovechando la manada que pastaba en término de Ujué, propiedad de Macua de Larraga, se decidió traer vaquillas en 1981, se descargaron en el Toril y se soltaban en la Plaza Mayor que había sido cercada con remolques para que el público se situase y al mismo tiempo impidiese la fuga de las reses. La imagen adjunta corresponde a esta etapa.
En 1982 se habilitó el corral de casa Isa, como toril y desde allí las vacas en encierro bajaban por la calle el "Morape" hasta las Plazas, había encierro; luego se iban soltando de una en una, se cerraba mediante una caleta la plaza Municipal a la altura de casa de la Sra Dionisia y se corría la res por la plaza Mayor, Menor y por el cobertizo de Tomás. Aquel año se dotó de vallas el tramo del recorrido con madera de pino proviniente de los pinares de Ujué, un poco rústico, pero hacía su papel.
El espectáculo taurino se repitió los años 83, 85, 86 y 87, pero dado el encarecimiento de la contratación del ganado, la normativa severa, director de lidia, personal sanitario vallado poco seguro..., se dejó de programar este espectáculo que tanta algarabía despertaba entre la población.
En los años en que hubo vaca bravas, se escapó una vaquilla entre los remolques situados a la altura del ayuntamiento, otra se desgarró el lomo en el gancho de un remolque y hubo que sacrificarla, pues la herida fue muy profunda; los ujuetarras comieron carne de vaquilla aquellas fiestas, pese a que este evento no se recogía en el programa festivo. (1986)
Algunos fueron cogidos y sufrieron percances, hubo quien saltó a la altura del matadero y se fracturó el brazo, quien se dio de bruces contra el duro suelo de la plaza Municipal, quedando inconsciente, quien fue embestido en el portal del bar Villar...
En fin, que todo esto ya es historia, forma parte del pasado, si lo narramos a nuestros jóvenes, seguramente no se lo creerán- Así fueron las fiestas de Ujué 30 años atrás con vaquillas.
