LEIDO EN EL DIARIO DE NAVARRA DE HOY 22 DE JUNIO DE 2011.
Emprendedoras de Navarra y Bolivia comparten vivencias.
Las empresarias Juana Rosauro y Cristina Ilzarbe participaron en un proyecto de Acción Contra el Hambre.
Juana Rosauro, de la empresa Pastas Urrutia y asociada de Alimentos Artesanos de Navarra y Cristina Ilzarbe, de la empresa Danyé Decoración y socia de la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra, viajaron recientemente a Bolivia donde compartieron experiencias con 40 mujeres indígenas emprendedoras, en el marco de un proyecto de cooperación de la ONGD Acción Contra el Hambre.
Junto con el delegado de ésta, Iñaki San Miguel, ambas empresarias explicaron ayer su experiencia en un acto en Civican. La iniciativa forma parte del proyecto ‘Reducción de la incidencia de la pobreza e inseguridad alimentaria en comunidades rurales de municipios del Chaco y el altiplano boliviano que, entre otras cosas, apoya a 25 organizaciones de mujeres guaraníes y aymaras con estrategias de emprendimiento productivo. Para Juana Rosauro, fue “una convivencia muy intensa con mujeres muy diferentes pero con un mismo objetivo: emprender”. Para Cristina Ilzarbe, el asociacionismo de las mujeres “es un gran potencial para su crecimiento y desarrollo”, dadas “las duras condiciones de vida” en estos países.
Emprendedoras de Navarra y Bolivia comparten vivencias.
Las empresarias Juana Rosauro y Cristina Ilzarbe participaron en un proyecto de Acción Contra el Hambre.
Juana Rosauro, de la empresa Pastas Urrutia y asociada de Alimentos Artesanos de Navarra y Cristina Ilzarbe, de la empresa Danyé Decoración y socia de la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra, viajaron recientemente a Bolivia donde compartieron experiencias con 40 mujeres indígenas emprendedoras, en el marco de un proyecto de cooperación de la ONGD Acción Contra el Hambre.
Junto con el delegado de ésta, Iñaki San Miguel, ambas empresarias explicaron ayer su experiencia en un acto en Civican. La iniciativa forma parte del proyecto ‘Reducción de la incidencia de la pobreza e inseguridad alimentaria en comunidades rurales de municipios del Chaco y el altiplano boliviano que, entre otras cosas, apoya a 25 organizaciones de mujeres guaraníes y aymaras con estrategias de emprendimiento productivo. Para Juana Rosauro, fue “una convivencia muy intensa con mujeres muy diferentes pero con un mismo objetivo: emprender”. Para Cristina Ilzarbe, el asociacionismo de las mujeres “es un gran potencial para su crecimiento y desarrollo”, dadas “las duras condiciones de vida” en estos países.
