Recuerdos de la coronación en septiembre de 1952
Para su coronación, la imagen de la Virgen fue restaurada en Madrid. Después estuvo expuesta en la capilla de la Diputación en Pamplona, por donde pasaron, a contemplarla, muchos fieles, según recuerda José Javier Uranga. Una vez en Ujué, representantes de parroquias, cofradías, archicofradías, asociaciones y órdenes terceras, se sumaron a romeros y representantes civiles y militares.
Como curiosidades, se interpretó un himno oficial de la coronación, se llevaron las imágenes de las Vírgenes del Plú de Marcilla, Santa María de Berbinzana, la Virgen de Jerusalén de Artajona y la de Cadreita, y Ntra. Sra. Del Patrocinio de Milagro.
Antonio Ona de Echave, vicario general de la diócesis leyó el documento del Papa que concedía la coronación. Bendijeron las dos coronas, la del Niño y la de la Virgen, y fueron el vicepresidente de la Diputación, Miguel Gortari, y el diputado foral Amadeo Marco, quienes las colocaron.
Se lanzó palomas a la Virgen, algunas quedaron en su regazo, y se explotó una traca de 600 metros regalada por el arzobispo de Valencia. Cincuenta años después, los actos buscarán la sencillez y el recogimiento, a propuesta del Arzobispado.
Para su coronación, la imagen de la Virgen fue restaurada en Madrid. Después estuvo expuesta en la capilla de la Diputación en Pamplona, por donde pasaron, a contemplarla, muchos fieles, según recuerda José Javier Uranga. Una vez en Ujué, representantes de parroquias, cofradías, archicofradías, asociaciones y órdenes terceras, se sumaron a romeros y representantes civiles y militares.
Como curiosidades, se interpretó un himno oficial de la coronación, se llevaron las imágenes de las Vírgenes del Plú de Marcilla, Santa María de Berbinzana, la Virgen de Jerusalén de Artajona y la de Cadreita, y Ntra. Sra. Del Patrocinio de Milagro.
Antonio Ona de Echave, vicario general de la diócesis leyó el documento del Papa que concedía la coronación. Bendijeron las dos coronas, la del Niño y la de la Virgen, y fueron el vicepresidente de la Diputación, Miguel Gortari, y el diputado foral Amadeo Marco, quienes las colocaron.
Se lanzó palomas a la Virgen, algunas quedaron en su regazo, y se explotó una traca de 600 metros regalada por el arzobispo de Valencia. Cincuenta años después, los actos buscarán la sencillez y el recogimiento, a propuesta del Arzobispado.
