Las continuas guerras, guerrillas, revoluciones, las rivalidades políticas, el machismo y la fanfarronería llenaron de cruces los caminos de los pueblos navarros durante el último tercio del siglo XIX. La navaja o el trabuco siempre estaban a punto. Así en S. Martín, en un año mataron a tres mozos, primos carnales entre sí.
También murió «Carnero", el mozo más pincho y fanfarrón del pueblo. Quiso reírse de un mocico y éste...