Por la página de Soria-goig, me entero de que el próximo sábado 30 de noviembre, a las 12, se celebrará en Pitillas la presentación de La Vara de la Libertad, la magnífica novela de Isabel Goig, en la que se relatan las dramáticas circunstancias sufridas por el alcalde de Pitillas, Antonio Cabrero, y el maestro de Fitero, residente en Igea, Valentín Llorente.
Antes de leer este libro, conociendo a la autora y vagamente los hechos relatados, sabía que estaríamos ante un libro indispensable para quienes quieran conocer mejor esta estremecedora historia, desgraciadamente repetida hasta la saciedad en aquellos aciagos días en cualquier lugar de este desgraciado país.
Una vez que lo lees, se hace imposible, para cualquier persona de buena voluntad, independientemente de las ideas que se tengan, no conmoverse y sentir un estremecimiento ante los hechos que allí se narran. Empatía hacia sus desgraciados protagonistas y admiración por el encomiable esfuerzo de algunos de sus herederos, como Ander Cabrero quien, con un empeño que le honra, no solo no quieren que caiga en un injusto olvido la memoria de sus antepasados, sino que están haciendo lo indecible por recuperar sus cuerpos en los escarpados parajes de la Alcarama.
Un saludo.
Antes de leer este libro, conociendo a la autora y vagamente los hechos relatados, sabía que estaríamos ante un libro indispensable para quienes quieran conocer mejor esta estremecedora historia, desgraciadamente repetida hasta la saciedad en aquellos aciagos días en cualquier lugar de este desgraciado país.
Una vez que lo lees, se hace imposible, para cualquier persona de buena voluntad, independientemente de las ideas que se tengan, no conmoverse y sentir un estremecimiento ante los hechos que allí se narran. Empatía hacia sus desgraciados protagonistas y admiración por el encomiable esfuerzo de algunos de sus herederos, como Ander Cabrero quien, con un empeño que le honra, no solo no quieren que caiga en un injusto olvido la memoria de sus antepasados, sino que están haciendo lo indecible por recuperar sus cuerpos en los escarpados parajes de la Alcarama.
Un saludo.