Sin lugar a dudas es el humedal más importante de Navarra (216 ha). En origen era una laguna natural endorréica mucho menor que la actual, que recogía las aguas provenientes de la cercana Sierra de Ujué, embalsándose en esta depresión arcillosa. Antiguamente se denominaba Sabasán y era propiedad del rey, que la destinaba a la caza. Con posterioridad fue recrecida por medio de un dique (existente hoy en día) para utilizar sus aguas en regadío; su elevado contenido en sales hizo abandonar esta práctica. A finales de la década 1960-70 un desafortunado proyecto de desecación y roturación concluyó con un rotundo fracaso, después de haber sido vaciada y drenada por medio de canales. Cerradas de nuevo las compuertas, pronto recuperó la laguna sus singulares características que han conducido, después de diversas vicisitudes, a que en la actualidad sea una de las Reservas Naturales más emblemáticas de Navarra, hábitat y refugio de una comunidad faunística que año tras año atrae a expertos y aficionados. Recientemente se ha construido un observatorio de aves cercano al dique.
