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VIDRIERA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA en la Real Colegiata de Santa María, ORREAGA RONCESVALLES

Sancho VII de Navarra, El Fuerte" nos ha sido enviada por Jaramagos II Medía más de dos metros.
La vidriera de La Batalla de las Navas de Tolosa, que se encuentra en la Sala Capitular del Claustro de la Real Colegiata de Roncesvalles, es una de las más hermosas obras de arte vinculadas con esta importante batalla acaecida el 16 de julio del año 1212, en las inmediaciones de la localidad de Santa Elena, en la provincia de Jaén.

En la actualidad la Sala Capitular es el Panteón Real de Sancho VII el Fuerte de Navarra (1170-1234), uno de los tres reyes cristianos que acudieron a esta histórica batalla, junto con Alfonso VIII de Castilla (1155-1214) y Pedro II de Aragón (1178-1213). Esta batalla supuso la entrada cristiana en pleno corazón de Al-Andalus, conquistando con el tiempo todo el valle del Guadalquivir. La victoria de las Navas por parte de los cristianos aliados, facilitó el derrumbe almohade y propició la rebelión de los andaluces para liberarse de ellos.

La vidriera está dedicada a uno de los momentos épicos de la batalla de Las Navas. Cuando parecía que la victoria se iba a inclinar hacia el lado musulmán, los tres reyes cristianos acometen una última carga de caballería y consiguen abrirse paso entre las tropas enemigas y llegar finalmente, hasta el palenque del Miramamolín Al-Nasir. En esta excepcional obra de arte vemos como el rey Sancho de Navarra, montado en un corcel blanco, alza su mirada para encomendarse a la imagen de Santa María, que aparece en el estandarte de uno de sus escuderos.

No hay que olvidar el hecho de que el papa Inocencio III concedió el carácter de cruzada a la Batalla de las Navas de Tolosa, para facilitar así el refuerzo de las tropas hispánicas con caballeros provenientes de toda Europa. En cuanto a la vidriera, hay que señalar que es obra de la Casa Maumejean, cuyo fundador fue Jules Pierre Maumejean, quién creó el primer taller en Pau (Francia) en 1860. Posteriormente abrieron un taller en Madrid en 1898, en el conocido Paseo de la Castellana en dónde se realizó, en el año 1906, esta bella vidriera sobre la victoria de las tropas cristianas en tierras andaluzas.