Parroquia de Nuestra Señora de la Purificación.
Exterior.
La parroquia de Nuestra Señora de la Purificación de Gazólaz presenta un pórtico organizado en cuatro grandes arcadas de medio punto que separan tres contrafuertes. Cada arcada inscribe dobles arquillos de trazado semicircular sostenidos por columnas pareadas o en número de cuatro cuyos capiteles se decoran profusamente. Como excepción, la segunda arcada comenzando por los pies no se ajusta a este esquema, dado que se sitúa en eje con la puerta de ingreso del templo y sirve de acceso a ella y al pórtico; en este caso, presenta una simple arquería de medio punto, sostenido el arco central de mayor desarrollo por pilares de piedra, mientras que los laterales lo siguen haciendo en columnas.
Dispone además el pórtico de un segundo acceso, en este caso lateral, conformado únicamente por un arco de medio punto doblado sobre columnas, simples las del arco exterior y pareadas las del arco interior. El contrafuerte que separa esta arcada de la siguiente se corresponde al interior del pórtico con cuatro columnas unidas en fustes y capiteles y decorados éstos nuevamente con palmetas y piñas. El siguiente tramo coincide con la triple arquería de acceso, inscrita a su vez en un arco de mayores proporciones cuyos capiteles llevan a un lado cabezas humanas entre bolas y al otro cabezas de animales de cuyas bocas salen argollas trianguladas. Por su parte, la triple arquería incorpora columnas pareadas en los extremos, con capiteles que reproducen esquemáticos roleos, piñas y cabezas humanas, y pilares centrales provistos de cimacios ornados de motivos vegetales. A su vez, el contrafuerte siguiente muestra al interior una triple columna pareada con su capitel corrido y labrado sin solución de continuidad; en su lateral izquierdo se identifica un ángel seguido de tres figuras humanas y de un gran toro alado en el frente, en el lateral derecho se incluye una figura difícil de identificar por su tosca ejecución y a continuación otro ángel. La tercera arcada presenta capiteles de carácter heterogéneo tanto por sus motivos como por su estilo. Así los situados en los extremos incluyen decoración geométrica -trazos en forma de arcos de medio punto- y sobre todo vegetal como esquemáticos cauliculos con bolas o piñas, o bien hojas de labra más trabajada. En cambio el capitel central desarrolla una escena que ocupa los cuatro frentes y que se ha identificado con la entrada de Cristo en Jerusalén; aparece una figura montada en un burro flanqueada por dos ángeles y acompañada por doce hombres vestidos con túnica que representarían los doce apóstoles y de dos construcciones a modo de torre sobre la que asoman cabezas. Los cimacios llevan tallos entrelazados. En correspondencia con el contrafuerte que sigue a continuación, se dispone al interior otra doble columna pareada en cuyo extenso capitel se reproducen dos grifos en el frente y un centauro y a San Miguel alanceando el dragón en los lados cortos. El contrafuerte da paso a la cuarta y última arcada por este lado, donde se incluyen capiteles con toscas aves picoteándose las patas -motivo difundido desde la catedral románica de Pamplona- tallos entrelazados y palmetas. Los cimacios siguen mostrando los mismos motivos vegetales que en ocasiones anteriores. Como ya se ha indicado, el pórtico dispone de un segundo acceso abierto en el lateral, junto al ábside de la cabecera. Lo integra un arco doblado de medio punto que siguiendo con la tónica establecida en este ámbito, descansa en columnas -dos por cada arco- y ornamenta sus capiteles con diferentes motivos, como pájaros picándose las patas, un centauro, caulículos o una composición que desarrolla varias escenas relativas a la Pasión: Beso de Judas, Oración en el Huerto, Pedro cortando la oreja a Malco y la Crucifixión, todo ello respondiendo al mismo criterio estético que ha predominado en toda la arquitectura del pórtico: el esquematismo. Protege el pórtico un pequeño alero sostenido por canes en ocasiones labrados con motivos característicos, como contorsionistas, figuras humanas, cabezas de animal, bolas o ajedrezado.
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Exterior.
La parroquia de Nuestra Señora de la Purificación de Gazólaz presenta un pórtico organizado en cuatro grandes arcadas de medio punto que separan tres contrafuertes. Cada arcada inscribe dobles arquillos de trazado semicircular sostenidos por columnas pareadas o en número de cuatro cuyos capiteles se decoran profusamente. Como excepción, la segunda arcada comenzando por los pies no se ajusta a este esquema, dado que se sitúa en eje con la puerta de ingreso del templo y sirve de acceso a ella y al pórtico; en este caso, presenta una simple arquería de medio punto, sostenido el arco central de mayor desarrollo por pilares de piedra, mientras que los laterales lo siguen haciendo en columnas.
Dispone además el pórtico de un segundo acceso, en este caso lateral, conformado únicamente por un arco de medio punto doblado sobre columnas, simples las del arco exterior y pareadas las del arco interior. El contrafuerte que separa esta arcada de la siguiente se corresponde al interior del pórtico con cuatro columnas unidas en fustes y capiteles y decorados éstos nuevamente con palmetas y piñas. El siguiente tramo coincide con la triple arquería de acceso, inscrita a su vez en un arco de mayores proporciones cuyos capiteles llevan a un lado cabezas humanas entre bolas y al otro cabezas de animales de cuyas bocas salen argollas trianguladas. Por su parte, la triple arquería incorpora columnas pareadas en los extremos, con capiteles que reproducen esquemáticos roleos, piñas y cabezas humanas, y pilares centrales provistos de cimacios ornados de motivos vegetales. A su vez, el contrafuerte siguiente muestra al interior una triple columna pareada con su capitel corrido y labrado sin solución de continuidad; en su lateral izquierdo se identifica un ángel seguido de tres figuras humanas y de un gran toro alado en el frente, en el lateral derecho se incluye una figura difícil de identificar por su tosca ejecución y a continuación otro ángel. La tercera arcada presenta capiteles de carácter heterogéneo tanto por sus motivos como por su estilo. Así los situados en los extremos incluyen decoración geométrica -trazos en forma de arcos de medio punto- y sobre todo vegetal como esquemáticos cauliculos con bolas o piñas, o bien hojas de labra más trabajada. En cambio el capitel central desarrolla una escena que ocupa los cuatro frentes y que se ha identificado con la entrada de Cristo en Jerusalén; aparece una figura montada en un burro flanqueada por dos ángeles y acompañada por doce hombres vestidos con túnica que representarían los doce apóstoles y de dos construcciones a modo de torre sobre la que asoman cabezas. Los cimacios llevan tallos entrelazados. En correspondencia con el contrafuerte que sigue a continuación, se dispone al interior otra doble columna pareada en cuyo extenso capitel se reproducen dos grifos en el frente y un centauro y a San Miguel alanceando el dragón en los lados cortos. El contrafuerte da paso a la cuarta y última arcada por este lado, donde se incluyen capiteles con toscas aves picoteándose las patas -motivo difundido desde la catedral románica de Pamplona- tallos entrelazados y palmetas. Los cimacios siguen mostrando los mismos motivos vegetales que en ocasiones anteriores. Como ya se ha indicado, el pórtico dispone de un segundo acceso abierto en el lateral, junto al ábside de la cabecera. Lo integra un arco doblado de medio punto que siguiendo con la tónica establecida en este ámbito, descansa en columnas -dos por cada arco- y ornamenta sus capiteles con diferentes motivos, como pájaros picándose las patas, un centauro, caulículos o una composición que desarrolla varias escenas relativas a la Pasión: Beso de Judas, Oración en el Huerto, Pedro cortando la oreja a Malco y la Crucifixión, todo ello respondiendo al mismo criterio estético que ha predominado en toda la arquitectura del pórtico: el esquematismo. Protege el pórtico un pequeño alero sostenido por canes en ocasiones labrados con motivos característicos, como contorsionistas, figuras humanas, cabezas de animal, bolas o ajedrezado.
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