La construcción del
monasterio es de largo recorrido y se sostuvo gracias a las donaciones de
familias burguesas de la comarca, incluso se cree que se instalaron en un
edificio preexistente y el
convento de
Santa Clara como tal no comenzó a edificarse hasta 1339. En ese momento se tiene constancia del establecimiento de la obra de Santa Clara, cuya cabecera (la
fachada bajo la que se erige el
altar mayor de la
iglesia) se construiría en 1362.