Habia un personaje en Marin muy aficionado a empinar el codo. Asi que la gente acostumbrada a sus "trompas" procuraba no hacerle mucho caso. En cierta ocasíon a altas horas de la madugada le oyeron gritar a grandes voces: ¡Acudirme, tres que me atacan, tres que matan...!. Los vecinos apenados y pensando que no era ley, atacar asi a una persona, acudieron prestos a defenderlo. Cuando llegaron al lugar se encontraron al interfecto tendido en un banco de la Alameda con una botella en la mano. Preguntado donde estaban los tres agresores contestó: ¡tres que atacan, tres que me matan: el vino tinto, el vino blanco y la aguardiente....!. Ni que decir tiene que el resto de la noche durmió "caliente"....
Moi bo, Xosé. Cóntanos máis historias, anda. Estas do viño non teñen desperdicio. ¡E viva o bó viño, que con moderacón alegra as festas! Apertas.
Existió, y digo existió porque ya falleció hace algún tiempo, un personaje en Marin llamado artísticamente "Jhon Balan" el "Hombre Orquesta". Este hombre tuvo mucha resonancia en Galicia donde tuvo programa propio en la Televisión Gallega, y ya se cuenta que de pequeño mostraba buenas cualidades. Siendo todavía un "cativo" un vecino lo contrató para acarrear una partida de leña que le habían traído para su horno. El contrato era de 5 pesetas que le abonó por anticipado por realizar el trabajo.
Cuando volvió el Contratante (que se había ausentado a resolver algún asunto), se encontró a Balan sentado en una piedra cantando, mientras otros dos chavales se afanaban en acarrear la leña.
Preguntado sobre esta actuación el amigo Balan le respondió: Usted me contrató por 5 pesetas ¿no?. Bien pues yo he contratado a estos dos colegas por dos pesetas y mis canciones para realizar mi trabajo ¿vale?.
Y es el "jodio" Balán ya apuntaba condiciones.
Aparte de sus muchas actuaciones en los trolebuses de Marin-Pontevedra donde amenizaba a los pasajeros con canciones y actuaciones de escenas del Oeste (era un especialista en batallas del Far West), se dice que regresando en tren desde Madrid tuvo la santa ocurrencia de asaltar su vagón, arramblado con carteras y joyas que amontonó en su apartamento.
Allí esperó al revisor y al policía, que fueron avisados por los coitados pasajeros. Según le contó al policia era ""un ensayo de su próxima película "Asalto al tren", que tenía previsto rodar en breve".
Todo un personaje era mi vecino, y supongo que en el mas allá, seguirá haciendo haciendo de las suyas.
Cuando volvió el Contratante (que se había ausentado a resolver algún asunto), se encontró a Balan sentado en una piedra cantando, mientras otros dos chavales se afanaban en acarrear la leña.
Preguntado sobre esta actuación el amigo Balan le respondió: Usted me contrató por 5 pesetas ¿no?. Bien pues yo he contratado a estos dos colegas por dos pesetas y mis canciones para realizar mi trabajo ¿vale?.
Y es el "jodio" Balán ya apuntaba condiciones.
Aparte de sus muchas actuaciones en los trolebuses de Marin-Pontevedra donde amenizaba a los pasajeros con canciones y actuaciones de escenas del Oeste (era un especialista en batallas del Far West), se dice que regresando en tren desde Madrid tuvo la santa ocurrencia de asaltar su vagón, arramblado con carteras y joyas que amontonó en su apartamento.
Allí esperó al revisor y al policía, que fueron avisados por los coitados pasajeros. Según le contó al policia era ""un ensayo de su próxima película "Asalto al tren", que tenía previsto rodar en breve".
Todo un personaje era mi vecino, y supongo que en el mas allá, seguirá haciendo haciendo de las suyas.